Catalogación en la publicación – Biblioteca Nacional de Colombia
Pütchi biyá uai / compilador, Miguel Rocha Vivas. -- Bogotá : Ministerio de Cultura : Biblioteca Nacional de Colombia, 2017.
1. recurso en línea (2 volúmenes) : archivo de texto ePUB (2,6 MB). – (Biblioteca Básica de Cultura Colombiana. Literatura / Biblioteca Nacional de Colombia)
Incluye datos biográficos de los autores.
ISBN 978-958-5419-82-7 (V. 2)
1. Literatura indígena colombiana - Antologías 2. Poesía indígena colombiana - Antologías 3. Cuentos indígenas colombianos - Antologías 4. Libro digital I. Rocha Vivas, Miguel, compilador II. Título III. Serie
CDD: 898 ed. 23 |
CO-BoBN– a1018353 |
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Con el apoyo de:
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ISBN: 978-958-5419-82-7
Bogotá D. C., diciembre de 2017
© Miguel Rocha Vivas
© 2017, De esta edición: Ministerio de Cultura
Biblioteca Nacional de Colombia
© Presentación: Miguel Rocha Vivas
© Ilustraciones: Olga Cuéllar
Material digital de acceso y descarga gratuitos con fines didácticos y culturales, principalmente dirigido a los usuarios de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas de Colombia. Esta publicación no puede ser reproducida, total o parcialmente con ánimo de lucro, en ninguna forma ni por ningún medio, sin la autorización expresa para ello.
+LAS ANTOLOGÍAS PÜTCHI BIYÁ UAI han sido cocreadas, publicadas y reeditadas en medio de una serie de coyunturas sociohistóricas expresadas en tensiones de autorrepresentación, interpelación y oralidad/escritura. De hecho, ciertas lentes indigenistas exotizantes esperan que hoy en día los miembros de los pueblos indígenas sean necesariamente orales, bilingües y que cumplan con el antiguo rol de informantes, es decir, sujetos pasivos, ágrafos, relativamente estáticos e incapaces de adaptaciones, reinvenciones y dinámicas como las de otras personas y pueblos que se consideran poseedores tanto de la escritura con mayúsculas —la alfabetocéntrica— como de los discursos historiográficos y los relatos científicos.
+Las distancias entre el ojo, el papel, la boca y la palabra son, de modo semejante a otras fronteras, construcciones culturales en una amplia gama de oposiciones y complementariedades. La dialéctica fronteriza entre oralidad y escritura ha justificado el trazo de jerarquías entre pueblos, clases sociales e individuos, inferiorizando así a los que han llamado analfabetas y pueblos ágrafos primitivos. Se olvida con facilidad que la escritura «grecolatina» se originó en adaptaciones vocálicas griegas del alfabeto fenicio. También tiende a desconocerse que todos los pueblos han ideado sistemas de expresión gráfica, aunque con diferentes propósitos, en el conjunto de sensibilidades diversas y frecuentemente sin necesidad de la fijación fonética del habla. En tiempos de masificación industrial se olvidan además las procedencias vegetales del papel, y los cientos de usos de cortezas vegetales, pieles animales y superficies minerales, es decir, las materialidades del inabarcable acervo de manifestaciones escriturales en el planeta. Es en tal sentido que sigue siendo un prejuicio considerar mayoritariamente ágrafos a los pueblos indígenas de las Américas o Abya Yala —del chibcha dulegaya ‘tierra en plena madurez’ o ‘tierra que sangra’—.
+Las múltiples apropiaciones de la escritura alfabética por parte de los actuales escritores en lenguas indígenas tampoco responden, necesariamente, a procesos lineales y pasivos de sujeción colonial, sino a múltiples búsquedas de autoexpresión así como de canales de interpelación y comunicación sensible con las sociedades hegemónicas. En la actualidad puede constatarse que mientras algunos creadores indígenas se apropian del concepto de literatura para recrearlo desde sus haceres de la palabra, otros prefieren hablar de oralitura, un tipo de escritura que ahonda en las oralidades de las comunidades al tiempo que con frecuencia se escribe a modo de «viaje a la memoria», como plantea el oralitor yanakuna Fredy Chikangana.
+Las oralituras presentadas en Pütchi Biyá Uai no son oraliteraturas o literaturas orales resultado del transvase de comunicaciones de viva voz, como se presentan en los relatos recopilados por Alberto Juajibioy Chindoy. En realidad, numerosas oralituras pueden considerarse literaturas urbanas cuando han sido escritas desde experiencias de migración temporal o definitiva a la ciudad. En el llamado «viaje a la memoria», el oralitor plasma textualmente los trayectos subjetivos y físicos de ida y vuelta a sus espacios simbólicos de origen y profunda significación —ancestros, fogón, placenta, lengua, consejos, etcétera—. La oralitura también puede ser considerada una escritura poscolonial, cual la conceptualizó a principios de los noventa el historiador senegalés Yoro Fall en una ponencia que presentó en Ciudad de México. Para otro de sus teóricos, el oralitor mapuche Elicura Chihuailaf, la oralitura es «la escritura que transcurre al lado de la oralidad de su gente». En tal orden de propuestas afroindígenas, las oralituras no son transcripciones anónimas de supuestas “tradiciones” orales; en cambio, suelen expresar transcursos personales mediante reinvenciones creativas textuales de fuentes colectivas comunitarias. De modo semejante a otras escrituras creativas, aunque en contextos de poscolonialidad e interculturalidad, las oralituras son textualidades creadas a partir de múltiples experiencias de contacto, viaje, desplazamiento, asentamiento, retorno e interacción.
+En el libro Mingas de la palabra propongo que los escritores que se autorreconocen como indígenas no sólo son creadores de textos literarios sino de textualidades oralitegráficas. Estas textualidades son resultado de campos de interacción textual en donde un texto suele ser la confluencia de reinvenciones de oralidades, elaboraciones fonético-literarias y múltiples registros gráficos. Las oralitegrafías son los textos concretos que se producen entre lenguajes orales, literarios y gráficos provenientes de haceres comunitarios como la textilería, la pintura corporal, la cestería y otras visualidades tradicionales.
+En Puntos aparte, este segundo volumen de Pütchi Biyá Uai, el lector se encontrará con textos de Hugo Jamioy Juagibioy, uno de los gestores del proyecto de oralitura junto con Fredy Chikangana/Wiñay Mallki. La noción de textualidades oralitegráficas nos facilita comprender que la obra de Jamioy no sólo se basa en una reinvención y reivindicación de las oralidades camëntsá, sino en el conjunto de sus formas propias de escritura. Antologizar a un oralitor como Jamioy es complejo en cuanto un libro suyo como Bínÿbe oboyejuayëng/Danzantes del viento, en su versión original de 2005, se concibió como un tipo de textualidad oralitegráfica en donde los textos, y su disposición espacial, manifiestan la confluencia entre la escucha de las palabras bonitas oral-rituales, la escritura literaria bilingüe y la copresencia significativa tanto de las máscaras talladas como de los ideogramas provenientes de los chumbes o fajas tejidas de las mujeres camëntsá.
+Ahora bien, aunque las escritoras amazónicas Yenny Muruy Andoque y Anastasia Candre no hablan de sí mismas como oralitoras, en sus textos poéticos pueden encontrarse muchos rasgos del viaje a la memoria y de la reinvención oral-escritural sobre memorias comunitarias, canciones, palabras de consejo, etcétera. En realidad, los Versos de sal de Muruy Andoque son un trabajo colectivo de escucha y creación en torno a la palabra fuerte del abuelo sabedor en diálogo con sus hijos, nuera y un antropólogo. La contaminada y desorientada voz inicial de los Versos de sal pasa por el proceso ritual de retorno y purificación; la voz poética queda en cenizas como en la quema del bosque en preparación para la chagra y resurge prístina en la gota de agua. Es una voz colectiva que logra sentar cabeza, conectarse con sus orígenes y recobrar conciencia de los nombres de la tierra. En el curso del texto literario se transforma de palabra amarga en palabra dulce.
+Anastasia Candre fue una investigadora muy sensible capaz de recordar numerosos bailes y canciones rituales en varias lenguas. Los poemas de Candre surgen de diálogos interiores, de palabras que recogió en el canasto de la escucha y de los ritmos dialogantes de la maloca o casa comunitaria como en «Jibina-Diona/Coca y tabaco»:
+Ustedes dos, tabaco y coca
+Un solo corazón
+Un solo cuerpo.
+La complementariedad entre canto y verso, palabra e imagen, permiten pensar que las oralitegrafías que trazó Anastasia Candre conjugan sus canciones comunitarias multilingües, sus poemas bilingües y las pinturas que plasmó sobre tela de yanchama. Las textualidades de Candre conforman, como «Jibina/Diona»: un solo corazón y un solo cuerpo.
+Las metáforas que el taita Efrén Tarapués comenta y amplía a partir de su conocimiento del derecho mayor y del legado taita Juan Shiles forman parte de esa red de saberes que combinan la palabra del espíritu mayor, la escritura alfabética —denominada de Carlo Magno o el rey— y las grafías provenientes tanto del tejido —labrar a cordel— como de las manifestaciones de la naturaleza —agua, piedra, espuma y río—. De manera semejante a Candre, las textualidades oralitegráficas de Tarapués Cuaical se redondean con sus trabajos pictóricos y constantes indagaciones en las raíces lingüísticas.
+La obra literaria de la narradora wayuu Estercilia Simanca Pushaina en parte se fundamenta en reflexiones jurídicas como las de Tarapués Cuaical a la vez que en su permanente demanda por los derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas. Su lucha por la recuperación de los nombres wayuu, mancillados en el proceso de registro de ciudadanía mediante cédulas de identidad, alcanzó visibilidad pública a través de Manifiesta no saber firmar: nacidos el 31 de diciembre. Este relato, presentado por primera vez en wayuunaiki en Pütchi Biyá Uai, no es ficción wayuu, ni un cuento macondiano, como lo afirma su autora. Manifiesta… se basó en diferentes testimonios orales, se editó originalmente con imágenes de cédulas que muestran los nombres de los afectados, y fue elaborado con un lenguaje literario irónico mediante la voz de una narradora implicada quien teme que con ella podría pasar lo mismo: la burla y tergiversación del nombre con intereses políticos electorales.
+Los textos presentados en este segundo volumen de Pütchi Biyá Uai son puntos aparte de las gramáticas del diálogo entre culturas, lenguas, oralituras y oralitegrafías. Celebremos con su lectura en voz alta las vocales de nuestro propio analfabetismo a la inversa, como bien señalan Hugo Jamioy y otros tantos creadores que se autorreconocen como indígenas en esta tierra que sangra, da a luz y madura.
+PHD MIGUEL ROCHA VIVAS Premio Casa de las Américas de Cuba
+[1] Prólogo a la edición de la Biblioteca Básica de Cultura Colombiana - BBCC (2017).
+Yo busco la simiente de la vida
+la palabra
+de la vida es la que busco.
+YENNY MURUY ANDOQUE
+Bonito debes pensar,
+luego, bonito debes hablar
+ahora, ya mismo,
+bonito debes empezar a hacer.
+HUGO JAMIOY JUAGIBIOY
+*
+ESTA ANTOLOGÍA, DIVIDIDA EN dos partes, Precursores y Puntos aparte, puede ser leída en seis lenguas diferentes —wayuunaiki, camëntsá, quechua, uwa, uitoto minika y español—, y ha sido escrita como un ejercicio de diálogo interpersonal e intercultural. Su contemporaneidad no radica sólo en las temáticas propuestas, sino en la forma misma como se ha concebido. Lejos de la idealización exotizante o de la ignorante discriminación hacia los pueblos indígenas, estas páginas son resultado de múltiples encuentros, llamadas telefónicas e incontables correos electrónicos.
+A lo largo de estos meses algunas obras han ido y venido hasta alcanzar una forma satisfactoria para sus autores, quienes sin embargo son plenamente conscientes de la complejidad de las traducciones y versiones en lenguas nativas. De otro lado, es importante aclarar que la clasificación en los géneros clásicos de novela, cuento, poesía y ensayo, representan para muchos escritores indígenas una especie de marco general, y con frecuencia una apuesta de comunicación intercultural a partir de formas que reinventan desde sus propias búsquedas y tradiciones.
+Los diálogos con los mayores, las palabras de consejo, los cantos tradicionales, las narraciones oníricas y las enseñanzas de las plantas de conocimiento, sobresalen como algunas de sus expresiones más auténticas en la elaboración del pensamiento y la palabra. Se trata de formas, énfasis y técnicas ajenas y/o olvidadas en las sociedades industriales que se agrupan en el macro estilo de vida occidental. Ahora bien, contrario a lo que podría esperarse, los textos no sólo reflejan aspectos de las comunidades de origen; algunos escritores también reelaboran sus experiencias urbanas, la forma en que creen ser vistos desde afuera, y con frecuencia evocan los territorios tradicionales desde la gran ciudad. De hecho, parte de las historias de vida de los autores invitados, contienen «capítulos» de migración y evidentes huellas del reconocerse desde afuera. No son pocos los textos que se han escrito con la cabeza en las comunidades, y con los pies en ciudades como Riohacha, Maracaibo (Venezuela), Barranquilla, Medellín, Bogotá, Manizales, Pasto, Leticia, etcétera.
+La amplia y gratuita distribución de estos libros tiende a disminuir un problema actual, concerniente a la circulación de las literaturas indígenas publicadas en libros: el poco acceso del público general a este tipo de obras. Al tiempo procura favorecer la posibilidad de que las obras retornen a las comunidades, por iniciativa de los autores que reciben los libros. Por otro lado, este tipo de libro de amplia circulación es de fácil acceso y consulta para el creciente número de jóvenes indígenas que se encuentran estudiando temporalmente en la «gran ciudad», y que por lo común no disponen de publicaciones multilingües actualizadas.
+La mayoría de los textos aquí presentados ya han sido publicados antes en tirajes pequeños o de escasa difusión, con excepción del reciente e histórico proyecto de la Biblioteca Indígena del Ministerio de Cultura. Con todo, algo sorprendente de este libro multilingüe es que se convirtió en un nuevo estímulo para que algunos de los autores vivos, y las herederas de los fallecidos, revisaran los textos originales, se animaran a transcribirlos e incluso a traducirlos por vez primera a su lengua de origen, como en los casos de Berichá y Estercilia Simanca Pushaina.
+Pütchi Biyá Uai, el nombre de esta Antología de la literatura indígena contemporánea en Colombia, responde a tres palabras o voces wayuu, camëntsá y uitoto, respectivamente. Este título refleja la realidad de tres comunidades diversas en sí mismas, cuyas riquísimas tradiciones del arte verbal oral coexisten en la actualidad —y desde hace décadas— con la creatividad literaria bilingüe y alfabéticamente escrita. Estas literaturas contemporáneas pueden ser comprendidas en parte como opciones características de las dinámicas de algunos pueblos indígenas —y en particular de sus precursores—, a diferencia de las oraliteraturas o literaturas tradicionales y sapienciales, cuyos modelos inter-generacionales han sido privilegiados por otras comunidades históricamente más reservadas, como los kogui y los ia de la Sierra Nevada de Santa Marta.
+Hoy en día, a comienzos de la segunda década del siglo XXI, la literatura wayuu en el norte, la literatura camëntsá en el sur, y la literatura uitoto en el oriente, son las que más influyen, «jalonan» y se destacan en el país. La fuerte presencia wayuu es resultado de sus propios méritos literarios, al tiempo que actualiza la apertura estratégica y selectiva que ha caracterizado la resistencia cultural de este pueblo arawak en los últimos siglos —«contrabandeo de sueños», en palabras de Vito Apüshana—. En este orden de ideas no nos debe extrañar que la literatura wayuu, binacional como sus autores, será la primera en ser nutrida con una traducción propia de Cien años de soledad, una obra literaria cumbre cuyo transfondo le debe parte de sus rasgos a la sensibilidad guajira.
+Pütchi Biyá Uai es una minga intercultural cuya fuerza colectiva e individual sólo estará completa en el redondeo que estemos dispuestos a compartir con los autores y sus comunidades de origen. Entonces daremos un paso más en nuestra aún anhelada pluriculturalidad.
+* *
+A finales del siglo XX debe destacarse el Premio Departamental de Poesía, Amazonas, otorgado por el Ministerio de Cultura a Yenny Muruy Andoque —Yiche—, escritora andoke-uitoto, quien en compañía de Juan Álvaro Echeverri y Simón Román, preparó el libro Versos de sal, cuyos textos de gran fuerza poética están inspirados en las enseñanzas de Óscar Román, sabedor uitoto.
+En la primera década del siglo XXI ha aumentado el número de escritores indígenas interesados en la escritura literaria, especialmente en la poesía. Lo más interesante es que muchos se han decidido a publicar los textos de creación literaria en sus lenguas de origen y en español, al tiempo que crece su disposición para ser traducidos a numerosas lenguas del mundo —algunos de los textos seleccionados para esta obra se han traducido simultáneamente al francés—. La década se inaugura con el Premio Casa de las Américas concedido en el año 2000 a Miguelángel López-Hernández —Malohe— por su libro Encuentros en los senderos de Abya Yala, y finaliza con la aprobación de la Ley de Lenguas y el proyecto del Ministerio de Cultura de crear una biblioteca con énfasis en la literatura indígena. A lo largo de estos años hemos tenido la fortuna de ver surgir a autores de una gran sensibilidad, fuerza y conciencia crítica como Hugo Jamioy Juagibioy, poeta y oralitor camëntsá; Estercilia Simanca Pushaina, narradora wayuu; Anastasia Candre, poeta y cantora uitoto-okaina, y Efrén Tarapués Cuaical, pensador pasto cumbal.
+El surgimiento y afianzamiento de los escritores en lenguas indígenas es un hecho trascendental que irrumpe con gran fuerza desde las raíces mismas de nuestra condición multiétnica y plurilingüística. Las reflexiones intraculturales que estas obras estimulan, al potenciar las diversas escrituras y dinámicas de las lenguas indígenas —un fenómeno tan contemporáneo como sus actuales literaturas—, sólo pueden ser comparadas al gran valor de sus aportes literarios interculturales.
+* * *
+Mientras Berichá afirma que tiene los pies en la cabeza, Miguelángel López-Hernández —Vito Apüshana/Malohe— propone el contrabandeo de sueños y los encuentros poéticos en los senderos de Abya Yala —«tierra en plena madurez» a contraposición de la imagen de «Nuevo Mundo»—. En tanto Yenny Muruy Andoque —Yiche— afirma que su voz no es sólo suya, Fredy Chikangana —Wiñay Mallki— escribe desde un verbo ajeno para despertar al desmemoriado. Y lo despierta. Anastasia Candre escribe y canta con rítmico erotismo, picante como el ají, dulce como la caguana. Efrén Tarapués actualiza las palabras antiguas, las palabras del espíritu mayor, en las metáforas-enseñanzas de un taita profundo y volcánico como el Cumbal: Juan Shiles. Briscol —Antonio Joaquín López— describe con un círculo sombrío lo que Miguel Ángel Jusayú ilumina a partir del misterio mítico y el impacto sobrecogedor de la contemporaneidad. Vicenta María Siosi narra el distanciamiento, el choque, el limbo entre culturas, y la mediación de la escritura. Alberto Juajibioy Chindoy nos trae algunas narraciones de los animales convertidos en hombres, aunque un abismo nos separa en los nombres. Otro escritor del valle de Sibundoy, Hugo Jamioy Juagibioy, sólo quiere escribir con los pies: al menos un punto aparte en este relato de la vida.
+Todo este resurgimiento de la palabra ancestral y contemporánea, que en el contexto de los escritores indígenas de México ya no dudan en llamar «el renacer de la nueva palabra», puede ser entendido como un fenómeno continental, y no necesariamente latinoamericano, a notar por las permanentes relaciones de intercambio entre los escritores originarios provenientes de los países del continente en donde cada vez son más notorios los roles interculturales que cumplen —Estados Unidos, México, Guatemala, Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Chile…—. Estas literaturas —oraliteraturas en múltiples obras—, frecuentemente multilingües, de fuertes raíces indígenas y con gran contenido autobiográfico, suelen estar provistas de enorme fuerza temática e incontables recursos estilísticos, al tiempo que son redes de comunicación entre culturas, redes que pasan por «debajo de cuerda» —más acá de nuestras actuales fronteras, límites y cánones— para ser leídas, tal vez como puntos aparte, en este gran libro de la vida en cuyas gramáticas todos somos silencios y palabras, palabras y silencios.
+MIGUEL ROCHA VIVAS Premio Nacional de Investigación en Literatura 2009
+YICHE, TAMBIÉN CONOCIDA como Yenny Muruy Andoque, es andoke-uitoto. Nació en Puerto Santander, Amazonas, en el año de 1970. Pertenece al resguardo indígena del Aduche, río Guacamayas, afluente del río Caquetá. Sus padres son Abraham Muruy, de la etnia uitoto, clan aménani —árbol—, y Raquel Andoque —Ninka—, de la etnia andoke —poosioho—, clan de venado gris. Su hermano es Tonfy —Willinton Muruy Andoque—, cantor e investigador de las tradiciones culturales de su pueblo.
+Yiche conoce los dialectos minika y nipode de la lengua uitoto y también tiene conocimientos de la lengua andoke. Posee conocimientos tradicionales como la cerámica, la cestería y el trabajo en la chagra.
+Yiche realizó sus estudios en el Internado Indígena Fray Javier de Barcelona en Araracuara, Caquetá, y cursó una parte de la secundaria en el colegio nocturno INEM, José Eustasio Rivera, en Leticia, Amazonas. Comenzó a escribir inspirada en las historias que se contaban durante las reuniones tradicionales nocturnas en la casa de Óscar Román, padre de su fallecido esposo. Ella recuerda que Óscar decía: «No es sólo la palabra, es lo que se hace a diario».
+Versos de sal consiste en una serie de textos rafue —palabra de poder— que fueron resultado de plasmar creativamente las sabias enseñanzas de Óscar Román, sabedor uitoto del clan enókayi. En el proceso de escuchar, preguntar, escribir y traducir participaron Óscar Román, Juan Álvaro Echeverri, Simón Román y Yenny Muruy Andoque —Yiche—. El trabajo comenzó en el año 1997 en la Quebrada Aguasal —resguardo andoke—, ubicada al lado del río Yari, afluente del río Caquetá. Cuenta Yiche que en 1998 les llegó una convocatoria regional del Ministerio de Cultura. Entonces decidieron enviar los textos colectivos en nombre de una de sus autoras, Yenny Muruy Andoque —Yiche—, quien ganó con Versos de sal el Premio Departamental de Poesía, Amazonas, 1998.
+El libro completo de Versos de sal aún no ha sido publicado, y reposa en forma de manuscrito, según Yiche: escrito en uitoto minika con su respectiva traducción al español. En síntesis: todos los textos de Versos de sal son formas de elaboración poética de las palabras de consejo del abuelo Óscar Román. En tal sentido, Yenny o Yiche es una de las principales participantes, mas no la única autora de los textos que aquí se presentan. De los diez poemas enviados en 1998 al concurso nacional, sólo cinco habían sido publicados por el Ministerio de Cultura en el libro: Por los verdes, por los bellos países, antología de poesía (2002).
+yezika
+naama ie jaitáñega
+nieri kaade
+kai ie mei
+monifue urúkidikai
+kai fidímai igai
+kai yonera igai
+mei jaae naama jóónia izoi
+mei kotákaiga
+neemei fíadikai
+emódori
+jaa bigini biini uaido káádikai
+bie úai guitikai
+jaae aaki kai nano guigano
+aaki kai komúiyano
+monáiyano
+jaa meita aaki dinori
+eiño jogobe bibe
+zuitádikue
+rainádikue uáridikue
+aaki jaae kai úai komúiyano
+aaki kai úúriyano biníkoni
+aaki biini mameki
+kai taijínamo.
+Antes,
+al dueño de este mundo
+no
+le cortaron el ombligo.
+Pero a nosotros,
+generación humana,
+ese cordón de luz,
+cordón de sabiduría,
+pues nos lo cortaron
+y quedamos vacíos.
+Ya ahora
+vivimos de este mundo,
+comemos del fruto de este suelo.
+Antes nos formamos
+con aquel otro alimento,
+de aquel tuvimos vida,
+con él vimos la luz.
+De eso estoy hablando.
+Por eso
+en estas hojas
+estoy abriendo
+el libro que es el pecho de mi madre,
+me siento, estoy hablando,
+ya mi voz está naciendo,
+mi palabra ya dialoga en este suelo
+con los nombres de la tierra.
+Es mi trabajo.
+iidi dinori jéézenaide
+dinori fiia ua jaa ñibédanaide
+dinori jaa aiyi nii ráfue
+na iáinaite
+neemei kue finoka daaide
+dainánona
+eroide abimo
+eroide ííadi
+zairena izoide
+fiia nii jéézenaide
+fiia ua diga nirónaite
+fiia nii ua diga akaido
+diga jumákiqo
+diga rakiqo
+fiia afena oruide
+jofona
+komeki ñuera
+jofona nibáibiñede
+fiia emodo
+jaa dinókoni
+zeráidaite gaitade
+iiki jiúeki
+iiki nii ua amaiki
+iiki nii iraki
+iiki nii ua jaboki
+dainánona jaae biiji
+ribeji fiókiji
+abi jokónoi
+batí meita
+batí muyáikina fuiri tíjikaide
+batí fuiri
+amánana nii amaiki
+tíjikaide
+fuiri aiyi nii ua
+zinárokina tíjikaide.
+Como la palma real me voy llenando de basura
+me voy llenando de hojarasca
+De puras palabras, de puras historias
+estoy contaminada
+¿Qué fue lo que yo hice?
+¿En qué sitio me desvié?
+¿Qué me pasó?
+Miro mi cuerpo
+se ve como maleza
+lleno de basura
+lleno de cienpiés
+lleno de alacranes
+de arañas
+de hormigas
+de todo eso lleno está
+Por dentro, adentro
+el corazón está bien
+el corazón está sano
+Voy a vivir
+La palma se yergue
+se despoja de basuras
+esa vejez
+esa mugre
+enfermedad
+esa falsedad
+como abono
+en su raíz
+las amontona
+Con el líquido de amanecer
+con el líquido resplandeciente de vida
+lavo mi cuerpo
+Allá abajo
+como espuma va flotando
+como sardina río abajo se desprende
+Río abajo
+como palizada se desprende
+ninomo
+éifoki ninomo jooide
+fakákana uiga
+mooma ninomo ite
+mooma ite ííadi
+ua mooma jaae kai
+ikídena mameide
+moo eiño
+kai ikídena maméideza
+moomo dukíñedikai
+éiñomo dukíñedikai
+aaki dinori
+eiño
+moo
+daaii daidikai ííadi
+niruido
+mooma uaina kákaitikai
+niruido eiño uaina kákaitikai
+kakáñedikai jiónaiya
+kakáñedikai
+jaa ua
+naberui
+jaitíferi
+jéédori
+fééirikaidikai
+¿Dónde están?
+¿Dónde está su rastro?
+Estoy buscando
+¿Dónde está mi padre?
+Aunque existe
+no lo veo
+me ignora
+mi padre, mi madre
+me ignoran
+no alcanzo hasta mi padre
+no alcanzo hasta mi madre
+Todos los días
+¡Papá!
+¡Mamá!
+estoy llamando
+estoy orando
+¿Cuándo voy a escuchar la voz de mi papá?
+¿Cuándo voy a escuchar la voz de mi mamá?
+Sin escucharla
+me estoy envejeciendo
+Tomo esta culebra y digo que es mi padre
+tomo esta chucha y ya digo que es mi madre.
+nibaiyi jenódikue
+kue mei raa mamena
+jitáiyano
+kue raa iñédeniadi
+mei jenóñedikue
+kue raa
+kueri iga
+buu
+ui nitai dainano
+jenódikue
+jiaima uieko feeiya
+jiaima jizákuru
+jiaima jitaiqo
+uieko mamena
+fééitayena
+kue mei jenoñe
+kue zairiya úai jenódikue
+aaki jenoka
+kueka jenodi
+buumo ite
+buumo rakorai jiira
+buumo ua
+naimékii jiira
+buumo ifo gie jiira
+¿Para qué busco?
+Para mi hogar
+porque necesito
+Si no tuviera hogar, si no tuviera hijos
+yo no buscaría
+pero ya
+mis hijos
+ya los tengo
+Para que nadie
+con un guiño del ojo
+los reprenda
+estoy buscando
+El dolor de otro
+la muerte de un niño
+de una niña
+yo no busco
+Yo no busco
+en las caras de los otros
+Yo busco la simiente de la vida
+la palabra
+de la vida es la que busco
+¿Quién la tiene?
+¿Quién es aquel
+que tiene
+la oración que conjura los problemas
+que resuelve
+que endulza
+que da vida?
+iya dieze
+jaae mooma
+buinaima
+kairi iga
+riado
+dainano
+eyéforo jooide
+izíyeki jooide
+onoi iyoi jóóideza
+zorítofe jooide
+jukui guamado jooide
+iinebakui jooide
+ninoka oiñe
+binaro jooide
+jamazi jooide
+igai eromo
+ñóidodi jooide
+ifo yaiférafedi jooide
+dinori
+chékereraidi jooide
+yaiginidi jooide
+iya dieze
+kai fiériya
+jooide
+niino jufídoiye
+ninori kai úúriri
+aaki jaa
+jibíeroki
+rairúiyana mameide
+Todo lo que hay en este mundo
+ya mi abuelo
+a todos
+nos lo dio.
+Es su poder,
+es su canasto.
+Allí está el plumaje,
+está el collar de dientes,
+allí está el brazalete de cumare,
+allí el silbato de magia de los brujos.
+Allí está la piedra de poder,
+el estuche de veneno.
+¿Qué es lo que no hay?
+Está el adorno blanco de algodón,
+la piedra amarilla.
+En su canasto están
+el maquillaje extraído de los árboles del monte,
+la balaca que usaban los abuelos,
+la corona de plumas de colores,
+la corona de loro de los hombres.
+Todo lo que existe
+allí está,
+es nuestra herencia.
+¿Qué reclamamos?
+¿Qué esperamos?
+Todo eso está
+para cuidar
+nuestro retoño.
+jaa ikúrimo
+imúizina
+imúguna
+jaa aiyi daijide
+aaki dááiitade iidi iairi
+iidi nii rafue
+iidi jata
+yezika mooma aaki daaii komuide
+Mooma Buinaima komuide
+yezika aiyi komuiya
+eiño
+eiño jaae nibáibina
+ííadi aaki iidi uaido eiño jikade
+eiño aiyi meine ríikaide
+eiño íídieño
+eiño iiño
+jaa dinori íima óiñede
+kueza
+kue jirúidoina
+meita aiyi jénoitikue
+o mei ñúedio
+nibai kue ínia jirari
+aaki jaae ráfuedino koni riqo nimáiraiqo uáidino
+maméibikaibi
+aréñede onókobe dinori
+éibeko dinori
+En su vientre
+una gota
+de vida
+está goteando
+Es sal
+es palabra
+es
+hacha
+Allí nacen
+el hombre nace
+allí
+también
+nace la mujer
+Ya
+tiempo
+la Madre fue violada
+pero ella reclama
+ella pide
+con esa sal-hacha-palabra
+Ya la madre
+madre verdadera
+madre-mujer
+ella se enfurece
+Ella dice
+«Hombre
+no fue usted
+fui yo
+fue a mí a quien violaron»
+«Voy a buscar», dice
+«¡tal vez fue que me dormí!»
+En la historia de tabaco
+así habla
+la mujer sabia
+su palabra no es larga
+es como la uña de una mano
+es como la uña de un pie
+birui biñede
+jaae bitikue
+fuui bedaiita
+monifue uruki
+makaye
+kue éifoki
+éifoki mei meifo ite
+ninoka janaiti
+áiyueita
+bigini nagini
+aiyóñede
+gigíniño emódozede
+daba zokuana
+bai daba oga
+aiyóñede rafue
+baa ne dinóriñede
+zefúinide
+daguéroide
+onóbeko dinóride
+éibeko dinóride
+nídí jííraka aredi
+izoide
+nidi jubieka aredi
+jaa baa eka yezika
+daguéroide
+Yo no soy de ahora.
+Por millones de años
+he venido
+siguiendo
+el rastro de mi padre.
+¿Dónde me voy a extraviar?
+Este mundo
+no es grande,
+es como la espalda del cucarroncito,
+da un paso,
+luego da otro paso.
+El conocimiento no es grande,
+no hay que buscarlo lejos,
+no hay por qué cansarse,
+es un pedacito,
+es como la uña de la mano,
+es como la uña del pie.
+La conjuración de nuestras ansias no es tan larga,
+no es gran cosa,
+es como el hambre,
+cuando le damos de comer
+ahí termina.
+jaae
+Mooma Buinaima
+dinókoniri bóóbikaide
+biníkoni iáidona iáirina
+nii bigini naginiri jaa aiyi íínoye
+fuui komuite monifue uruki
+janaini dainánona
+ua naidáride izoi iya ikóiniadi
+Mooma Buináimaka finodi
+nii bigini nagini
+nii biini
+komuiya naani
+nii komínii nagini biini
+finode
+jaa meita dinori
+ikiqo éikiqo jaa iraimo
+bitaka
+dinori bóóbikaide
+dinori jaa aiyi eegi
+iraimo bitaka
+dinókoni jaa nii mókokueyaiki kotánona
+i aiñoda
+iraimo fáinokaiga
+dinó jaa mei jobaide
+dinó fuiráikana bite
+jaae kue finoka
+ninoka éégina iti
+ninoka amóiziyaina iti
+iógobe ibáibiñede
+jaae tuuide
+kue éifoki
+dinókoni jaae nii
+ua ééforona zííde
+eeyi jobaika
+dinori jaae nii ua
+jakire nuikírairede
+baa jumákiqo
+jaae iraimo kue faiga
+omoki jaa iraimo kue jobaika
+jaa bigini nagini kue jobaika
+nii finode
+nii
+ua iraimo jobáikana atide
+beeno iaiki
+beeno arúiziki jobaide
+biiki juñuki jobaide
+nii fairaki jobaide
+nii aziki jobaide
+nii izeki jobaide
+ninoka e jobáiñegai
+biiki nii ua komékido
+kue fínoka kue jobaika
+monifue uruki komúiyena
+monifue uruki janáiñeiyena
+uyíkonaiñeiyena
+úai kaimáreiyena
+dinókoni jaa danaide
+imúidanaide
+jaa imúikina bííde
+Como candela
+estoy ardiendo en este suelo,
+como piedra de sal,
+como sal de monte
+me consumo,
+para fertilizar todo este suelo.
+Porque muchas cosas me molestan,
+las arreglo.
+Este suelo todo,
+esta tierra,
+este espacio de vida,
+lo estoy arreglando.
+Entonces ahora,
+lo sucio lo feo
+lo arrojo en la candela.
+Allí arde.
+Enseguida,
+a las espinas
+las arrojo en la candela.
+Allí mismo,
+arranco el bejuco espinoso
+y lo lanzo a la candela.
+Allá arden,
+allá se vienen destruyendo.
+Yo estoy arreglando.
+¿Dónde hay espinas?
+¿Dónde hay palizadas?
+El camino no se cierra,
+el camino está abierto,
+ya se ve el rastro.
+Allí mismo,
+la hoja espinosa que estorbaba en el camino,
+desde el cogollo la arranco
+y la quemo en la candela.
+Entonces ahora,
+a esa araña peligrosa
+que luce su corona
+también la arrojo en la candela.
+A la hormiga conga la quemo en la candela.
+A este suelo todo lo estoy haciendo arder.
+Yo arreglo,
+yo vengo
+quemándolo todo en la candela,
+toda la mugre,
+todo el fastidio,
+toda la confusión.
+Estoy quemando las pulgas,
+estoy quemando los zancudos,
+estoy quemando las garrapatas.
+¿Qué es lo que no quemo?
+Con el corazón de esta candela
+estoy arreglando estoy quemando
+para que nazca la vida,
+para que no tenga traba,
+para que no se asfixie,
+para que sea sabrosa.
+En este punto ya
+me quedo sin aliento,
+estoy pulverizada,
+como ceniza estoy tendida.
+jaa meita aaki dinori
+iidi
+jááeita fiia
+jairífona fúúride
+jairífona uáride
+bebéride
+jaa aiyi fiia uiyikína kioide
+jivúikina kioide
+dinókoni
+jaa aiyi nii yííkona kioide
+daina yezika
+dáájemo kaifo
+biiko eromo
+biníkoni
+meine
+ana daibide
+jááeita nokíbina ite
+jááeita uiyíkina ite
+jaa aiyi bené rainai
+nii jaka jáinoidikue
+daa naana ráfuedikue
+jaae mooma buinaima daaide
+jáinoibidikue
+fuui komuite monifue urúkidi
+komínitaite
+biidi jáinoibi
+iidi nii iaibi
+Antes,
+como viento,
+era soplido
+aullido
+ventarrón.
+Sólo nubarrones,
+como negros nubarrones
+se veía,
+opacidad.
+Allá arriba,
+en este firmamento,
+en esta casa,
+se une,
+se reúne.
+Otra vez,
+como
+gota
+está
+goteando.
+Antes era lluvia,
+antes sólo nubes,
+ya
+en esta cuna
+ya se asienta,
+se forma,
+se condensa,
+se hace cierto.
+Yo soy agua,
+soy la vida toda,
+yo soy líquido de vida.
+Con esto es que vamos
+a engendrar,
+con este líquido,
+esta agua,
+esta salmuera.
+meita naana
+nonáidikai
+nonáiñedenia zaféredeniadi komúiñedikai
+iidi meita monifue
+nii jáinoibidi kai komuiya
+jáinoibidikai rainana
+aaki yiira jagiyi
+aaki mozira jagiyi
+itúnina igídana
+fiia nenáirifide
+birúqori
+bigíniri
+biniri
+bikúriri
+nenáirifide
+úúriñede uáinide
+onóinide
+duérede
+komúiñeitikue jaiénikidikue daina ííadí
+jaa meita aaki dinori
+jaa biini komúiyano
+koni aiyi
+ikúrina mameide
+aaki dinori rayíraina mameide
+rayirai jiyaki ikuri
+Todos
+somos humedad.
+Si no fuéramos húmedos
+si estuviéramos secos
+no viviríamos
+Nacimos
+en el agua
+nutritiva.
+Somos agua que se asienta
+que recibe
+que sostiene
+una yema
+una bolita
+que retoza
+en este patio
+en este suelo
+en este vientre
+en esta cuna
+—que retoza—
+no habla, está sin voz
+no tiene manos
+solita está
+Soy huérfana
+dice
+Apenas tengo vida
+dice
+Así es el comienzo
+del pilar
+[3] Yenny Muruy Andoque, Versos de sal, Ministerio de Cultura, Premio Departamental de Poesía, Amazonas, 1998.
+HUGO JAMIOY JUAGIBIOY, oralitor e investigador camëntsá, nació en 1971 en el pueblo de Sibundoy. El padre de Hugo es médico tradicional y su madre es una experta tejedora. Alberto Juajibioy Chindoy, uno de los escritores indígenas pioneros en Colombia, fue primo segundo de su madre —y él le decía «tío abuelo» en señal de respeto—. Ati, su esposa, pertenece a la comunidad iku —arhuaca/bintukua—. Así que se han establecido en la Sierra Nevada de Santa Marta, aunque Hugo visita con frecuencia el valle de Sibundoy, su territorio ancestral: bengbe tabanóc —nuestro sagrado lugar de origen—.
+Hugo Jamioy estudió Agronomía en la Universidad de Caldas. Su primer libro de poesía es Mi fuego y mi humo, mi tierra y mi sol (1999). Hasta el momento su libro más destacado es Bínÿbe oboyejuayëng/Danzantes del viento, el cual publicó en 2005. Una nueva edición de Danzantes del viento (2010), enriquecida con nuevos textos poéticos, forma parte de la Biblioteca Indígena del Ministerio de Cultura.
+Hugo Jamioy Juagibioy es un nuevo tipo de botamán biyá, es decir, portador intercultural de la palabra bonita. Las palabras bonitas traducen todo un género sapiencial de enseñanzas transmitidas por los mayores, por los médicos tradicionales, y también por los padres y abuelos que interactúan con sus hijos y nietos mediante las sabias preguntas y relatos que van hilando el sentido de la vida. A través de sus textos poéticos, Hugo también nos habla a quienes no somos indígenas, confesándonos cómo nos ven, y también aclarándonos cómo son ellos. Otro tipo de textos son expresión de su experiencia urbana o del estar «lejos» de la comunidad. Algunos de los nuevos textos traducen la sensibilidad del escritor ante las luchas de otros pueblos indígenas. Y son numerosos los textos en que Hugo recrea poéticamente las palabras de los mayores, y las pintas —visiones-enseñanzas— recibidas y aprendidas durante las tradicionales tomas de yajé —ayahuasca—, el bejuco y remedio cuyo uso medicinal ha hecho célebres a tantos taitas y tatsëtbëng —médicos tradicionales— del valle de Sibundoy.
+En 2006 el autor de Danzantes del viento ganó la Beca Nacional de Investigación en Literatura del Ministerio de Cultura con su proyecto Oralitura indígena de Colombia. En 2009 ganó la Beca Nacional de Creación en Oralitura del Ministerio de Cultura con Hablando junto al fogón. Fue publicado en Ahani: Indigenous American Poetry —Ahani, poesía indígena americana—, antología editada por Allison Hedge Coke, escritora de origen cherokee.
+Los textos poéticos de este escritor camëntsá «han sido publicados en Canadá, Alemania, España, México; en revistas universitarias de cultura y en antologías de escritores en lenguas indígenas de América». Además de sus labores como oralitor, líder y tejedor, Hugo Jamioy Juagibioy se ha destacado como uno de los principales impulsores de la actual generación de escritores indígenas en Colombia.
+Uaquiñá, catëntsabnëtjomb ndayentan tcmojauabayan, shinÿaquentan
+Chiyec shjoijan condënguá sësnam jtobonÿanam
+Maisëshëcon
+Muent motbem taitabe oyebuambnayan endovuertan
+Chë unga ndëtbeng matejay, chëbeng shtëcanoy mondëbuajon anteu versiayan
+Jatënÿañ mabajtot, cochanjuinÿen acbe mamá tcmojanbochm bejata.
+Hijo, abandonado está el fogón de donde desprendiste tu nombre
+mientras con frío buscas abrigo fuera de tu propia energía;
+regresa,
+siéntate en el círculo donde las palabras del abuelo giran
+pregúntale a las tres piedras, ellas guardan silenciosas el eco de antiguos cantos
+escarba en las cenizas, calientita encontrarás la placenta con que te arropó tu madre.
+Anteo shinÿac juachañ
+Acbe shtëcan anan y acbe fjants stënash
+ngonac mochanjenajuabá
+mo ndocná ftsemncá, bëtstaitá
+ta jesetsetan jtsetatumbuam
+er cadaté
+jtsanan mas becoñ
+acbe bid chauashbiam
+y chë sbarucuiñ
+ndayent conjëbtsebuatëmbá
+buachan jatbanam
+Acbe biyan sëntsaiuabouantá
+Chanjanants, chanjashayená
+Cadaté ndocná contsemna ora
+Acbe uatëmbon
+Canÿajua, canÿajua, canÿajua
+Junto al longevo fogón
+tu silencio y tus canas blancas
+se confunden con el humo,
+pareces ausente, abuelo;
+cómo duele saber
+que cada día
+andas más cerca
+de la frontera de la vida;
+y en aquel canasto
+donde me enseñaste
+a recoger la cosecha de maíz
+voy atesorando tus palabras;
+las moleré, las fermentaré
+y todos los días de tu ausencia
+en tu nombre,
+una copita, una copita, una copita.
+Atbe Pueblbe juabna
+endbomn atbe bëtstaitabe tabe anán
+tam tojobenacá endán;
+quemuanÿe juabn
+otëjajonán endá
+uantamen shecuachëtjonëshec
+endán shecuatec uabiamnay
+chabe canÿoy ndajuachen betaec
+y chë jabuachán ntsetatëmb benachëján
+montsanachá;
+nÿe sëntsebos jenonÿam
+cachiñ acbe bominÿiñ bëtstaitá;
+nÿe sëntsebo
+atbe bominÿec jotsejcuayán acbe jobiá
+liniëjënguiñ jualian
+tiemp tojochënëng y tbojëbtentsabshjón
+atbe shecuatec juabemán
+nÿe canÿe uinÿnanán inÿóc
+quem bidambe parlo.
+La historia de mi pueblo
+tiene los pasos limpios de mi abuelo
+va a su propio ritmo;
+esta otra historia
+va a la carrera
+con zapatos prestados,
+anda escribiendo con sus pies
+sin su cabeza al lado,
+y en ese torrente sin rumbo
+me están llevando;
+sólo quisiera verme
+una vez más en tus ojos, abuelo;
+abrazar con mis ojos tu rostro
+leer las líneas
+que dejó a su paso el tiempo
+escribir con mis pies
+sólo un punto aparte
+en este relato de la vida.
+Mi madre, anda llevando
+el universo en sus ojos
+yo, apenas estoy distinguiendo
+los colores.
+Taita
+Quemui atbe ainanoy echanjomashëng
+ochanjinÿinÿiy acbe plumushangá
+Plumufjangañ sëntsonÿá va taitangbe jobiá
+Inÿeng mondovuertan, inÿeng mondëversia, inÿeng mondëngouá, inÿeng mondashena,
+Inÿeng mondobcuá
+Inÿeng mondautatgná ftseng soyëng chenach mnetsanëng.
+Choc más jashenoc
+Sëntsënÿa boyabaseng, shembaseng y báseng
+Cucuatëngac montsechembuan
+Sëntsënÿa atbe catatang
+Sëntsënÿa atbe oong
+Taita, sëndënguá, sëndënguá y ndoñ ntenonchenan
+Sëntsesenten ngmëmnayan nÿets cuerpiñ
+y ndoñ quenatësertan
+shënÿoc tbemanan acbe versiayan sëntsuenan.
+Taita,
+esta pócima que invade mi alma
+me hace ver tu cuerpo emplumado
+en cada pluma veo el rostro de muchos ancianos
+unos danzan, otros cantan, otros soplan, otros curan,
+otros chupan,
+otros ahuyentan siluetas negras que rondan sus pasos;
+más allá en el fondo
+veo hombres, mujeres y niños
+con sus manos me llaman;
+veo a mi padre con su wayra,
+veo a mi madre con su cascabel,
+su pelo blanco hablando de un largo camino;
+en una vasija ferviente
+veo a mis hermanos
+veo a mis hijos;
+taita, busco, busco y no me veo;
+siento mi cuerpo temblando de frío
+y no entiendo,
+si sentado junto al fogón escucho tu canto…
+Ndás cuantsabobuatm chë ndosertaná ca
+Ndoñ mondoben jualiamëng
+Librëangá o betiyëng
+Canÿeng y inÿeng
+Batá y bëtscá mondëtatëmb
+Bëneten
+Atbe bëtstaitá tmojuantabuaché
+Canÿe librëá
+Tmonjauyan tonday condëtatëmbo ca
+Ibetn
+Shinÿoc jotbeman
+Chabe cucuatiñ
+Coca tsbuanach jtsebuertanayan
+Uayaac jtsichamuan
+Ndayá chiñ bnetsabinÿnan
+A quién llaman analfabetas
+a los que no saben leer
+los libros o la naturaleza;
+unos y otros
+algo y mucho saben;
+durante el día
+a mi abuelo le entregaron
+un libro
+le dijeron que no sabía nada;
+por las noches
+se sentaba junto al fogón
+en sus manos
+giraba una hoja de coca
+y sus labios iban diciendo
+lo que en ella miraba.
+ESTERCILIA SIMANCA, WAYUU del clan Pushaina, también conocida como Teeya, es escritora, diseñadora textil y abogada. Nació en 1976 en la ranchería El Paraíso, que forma parte del resguardo Caicemapa, ubicado en la Baja Guajira. Sus antepasados maternos, como otras tantas familias wayuu, migraron al sur desde la Alta Guajira buscando mejores condiciones de vida. La bisabuela, mamá Pitoria —o Victoria—, ha sido una de las principales fuentes de inspiración en la obra de Estercilia, y en tal sentido aparece de una u otra forma en varios de sus cuentos.
+Estercilia se graduó como abogada en la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla. Un punto en común en sus trabajos jurídicos y literarios es su interés por la situación de la mujer wayuu. Literariamente comenzó a figurar con un libro de poesía: Caminemos juntos por las sombras de la sabana (2002), poemario con el que obtuvo el segundo puesto en el Tercer Concurso Nacional de Poesía convocado desde Barranquilla por la Corporación Universitaria de la Costa. Con todo, se ha dado a conocer por sus polémicos cuentos, que como algunos de los escritos por Vicenta María Siosi, se caracterizan por una conciencia crítica íntima, y autobiográfica en algunos aspectos.
+«El encierro de una pequeña doncella», cuento sobre el rito de paso de una púber wayuu, llegó a ser finalista en abril de 2003 en el Concurso Nacional de Cuento Infantil, convocado por Comfamiliar del Atlántico. «El encierro de una pequeña doncella» fue incluido en la lista de honor del IBBY —Internacional Board on Books for Young People—.
+En Manifiesta no saber firmar, nacido: 31 de diciembre, explora las ironías del actual choque intercultural. Con esta narración irónica y penetrante, Estercilia ganó en abril de 2004 la única Mención de Honor del Concurso de Cuento Metropolitano de la Universidad Metropolitana de Barranquilla.
+Otros de sus cuentos son «Jimaai en la tierra del maíz»; «Daño emergente, lucro cesante»; «Bultito llorón», «Cara de indio» y «La guajira de Babel». Tres de sus cuentos publicados pueden leerse en El encierro de una pequeña doncella (2006). Los más interesados pueden consultar su blog: www.manifiestanosaberfirmar.blogspot.com
+Estercilia Simanca ha sido invitada a participar en encuentros organizados en Pasto, Bogotá, San Andrés Islas, Cartagena, Uribia, Riohacha, Montreal (Canadá) Hermosillo y Guadalajara (México). Actualmente continúa escribiendo su primera novela: Irama. En 2017 publicó una selección de sus cuentos: Por las sendas de arena dorada.
+En esta antología se presenta por vez primera la versión en wayuunaiki de Manifiesta no saber firmar, nacido: 31 de diciembre/Matüjainsalü saashin ashajaa sünülia, jemeisü: su’upünaa ka’i türentayuuno tisiyeenwuro’ulu —traducción de José Ángel Fernández Wuliana—.
+Por su lenguaje crítico, irónico y documentado, así como por los sorprendentes giros de su narrativa, la obra narrativa de Estercilia Simanca Pushaina es una de las más sorprendentes y reveladoras de la actual generación de escritores indígenas en Colombia y América / Abya Yala.
+Jintuluiwa’aya taya kapülapu’usü ma’in taa’in tü tapüshikaluirua soo’ujee tei sümüinrua sulu’u tü süseedulainkalüirua «matüjainsalü ejeeettaa sünülia» je müsia shia, shipishuwa’airua jemelin su’utpünaa türentayuuno tisiyeenwule’eulu, soo’uje’e tia jemeiyaashii taa’inru’u na püshainakana napushuwa’a soo’u ka’ikaa tia, mülo’upa taya te’itaajeerü wanee mi’ira shikiira nouyashe na Püshainakana nepishuwa’a kepiakana sulu’u shipeninsülain Wajiira, aka jemelin naya napushuwa’a soo’u ka’i türeintayuuno tisiyeenwure tamaka namüin. Akatsa’a kekiira’a atuma nouyashi kojuyashii Püshainairua —nayain wane’eyaa na e’irukuu mainmakana ma’in sulu’u tü peninsulakaa—, eesü süpüla saa’innüin, o’ulakaa müsia ta’iküinjanain naya sünain atüjaa ejeettaa nanüla, jalu’u kapüleeyaajeerüinje’e tia, niacheje’e tottaka aka chi tatuushikai Walensia Püshaina —Kolenshi— sulu’ujewoi tü mmakaa Paradeerü —Wopümüin—. Nuuyashe chi tatuushikai su’utpünaa tia müsüja’a aka akaratshi shikii juya, je tayakaa akaratshi juya, ashajia sümaa karalo’uta nüjapulu’u ta’iküin sünai tü palajanaajatkalüirua atüjaa. Tü matsayuukoo tajapü su’ulaküin su’unirüin tü mulo’uyuukoo, kaporolokoo je chütpükarüirua nüjapü chi tatuushikai sulu’upünaa tü ashajaakaa, aka te’rüin sünain ma’in taya a’yatawaakaa tü, shia te’ikaka joolu’u anain nüshajüin ejeettaa «wunu’ujachoin shia». Chi tatuushikai nu’una achiiruwalü tia akaisa’a atunkalaa mapu’uin.
+Shiaja’a ma’in wanaa sümaa tü ka’i süntakalü o’u wanee kachaakuirua antirakalüirua nümüin wanee karalo’uta nünüliamaakaa kampesiino’in nia kolompiaana, su’utpünaa sükaliakaa mma mulo’usukoo kampesiino. Ashawalaasü taya yaa palajanaa, eejena waya wepishuwaa lumaapü nipialu’u chi ta’laülakai Ramón —Paraiiso—, rewaardo Kaiseemapa’a, Wopumuin. Taya’ala temiiwa’a na’aka na eejenakana nepishuwa’a a’tapajakaa nijeettajatüin nünülia chi tatuushikai. Süka tia natijaaitpa oo’u nepishuwa’a atijaichipain ashajaa nünülia chi tatuushikai, akaisa’a nnojolin aapünüin amüin wanee laapi, shia aapanaanaka nüjapü nikialu’ujatkaa je epettinnüsü wanee nüjapira süpüla cha’lüinjatüin shia sünain wanee weeyapalajana je e’itaanüsü shijeetshimaajatü nüjapïrakaa sünain wanee karalo’uta. A’watayaa müshi nepishuwa’a najapü, jalu’usaa tayakaa nnojotsü taa’inrüin tia, analeesüje ma’in nümüinreje chi a’laülaakai wanee karalo’uta. Chi tatuushikai no’umaasü tü karalo’utakaa je müsü nutuma aka naashaje’erakalen, nnojotpaja’a nütijawalain shia, nnojolü niaawatawalain reweein shia. Aka jintuluin ma’in taya tia motomaatsü taa’in palirümüin ka’i, tajalaa oulialü ta’iküin chi tatuushikai je o’unusü taya sünain ashaitajawaa sümaa tü tawalayuukalüirua. Shiasa’a joolu’u mapan sülatapa mainma ka’i tasakirüin chi tatuushikai jamüin nnojotka ni’itaain nünülia sünain tü karalo’utakaa naapakaa na kachaakukanairua nümüin je nümaka tamüin” niakai a’laülaaichi ma’in süpüla aashajawaa sümaa karalo’uta —ashajaa— o’ulakaa müsia tü karalo’utakaa nnojotsü aashajaajeein nümaa —aashaje’eraa—. Joolu’u aka nnojolin nia eeichipain je mainmain ma’in tü kasa ta’yataajeekaa anain, temi’ijiree ekiiralü shikettaajüin nouyashe nepishuwa’a na Püshainakanairua je nepishuwa’a na wayuu jemeishiikana türeintayuuno tisiyeenwure’ulu.
+[4] Traducción: José Ángel Fernández Wuliana, lingüista y escritor wayuu.
+Revisión: Miguel Ángel Ramírez Ipuana, filósofo y jayeechimajachi.
+[5] El wayuunaiki es la lengua hablada por los wayuu, quienes viven en la península de La Guajira. Los autodenominados wayuu comparten territorio binacional colombo-venezolano con el departamento de La Guajira, Colombia, y en el estado Zulia, Venezuela. El wayuunaiki es la lengua perteneciente a la familia lingüística arawak, una de las más numerosas e importantes de la América del Sur (José Álvarez, 1994). Para su escritura se han empleado catorce consonantes tomadas del alfabeto castellano: ch, sh, j, k, l, m, n, p, r, s, t, w, y, ( ‘ ) apóstrofo que se emplea para marcar el sonido grotal, ejemplo: a’yatawa= trabajar. Y seis vocales, a saber: a, e, i, o, u, ü. Algunos términos o sílabas llevan u con diéresis (ü). Por ejemplo: pütchi= palabra-voz; anüliaa= nombre; püliikü= burro… [Notas de José Ángel Fernández Wuliana].
+*
+Soo’u kashi outuuwurekaa tia, müsiaka aka tü outuuwureirua alatüikaa nantakalü wanaa amaa sulu’umüin tü wepiapüleekaa. Tü tawalayuukanairüa je tamaa tayakaa achajaapu’ushii waya je akotchijapu’ushii waya siki süpüla wa’ajüinjatüin je waainjiain müshaishe waikakalü joolu’u mapan. Wayaawatüin nantüin pachiiruwaapülin ne’ejenairua kamion. Müinya aka wo’unapa sünain ayalajaa maiki eemüin aikaaleekaa Süchipkii oo müin aka wo’unakai sünain achekajaa wanee a’ülüjünaa amüin. Shia nayaawatiakaja’a nayakana nantüin sulu’u wanee kaaroirua majüsüirua saa’in wanee kasa kawarasü, jekennuu je anapüi ayolujuirua ma’in, wurwuuja sünüliairua atumaa o’ulakaa müshi’a wayakana sulujuna tü nükamionshi a’laülaakaa chi ta’laülakai, achiiruwaalu’u, sha’wamuuin je leintajiraain müin aka tü paa’akalüirua, kutuwatüin waya yaalu’umüin ya’yaa je chalu’umüin chaya, aka mojuin tü wopukoo je tü puwente akumajuushikaa soo’u tü juya alatüipakaa piama’ala kashi suunekaanüin aka. Joolu’u acheküshii washakatüin süpüla sülatüinjatüin tü kamionkoo jamaamain sümüin tü kaainyo’ukoo je süka tia nnojoluja’a süpüla süpootajatüin, akatsa’a süntapa tü juyakaa tü kamionkoo makatsü Paraiiso, shiaja’a wepiapalee, aka tü wuin palantüsükaa ko’omüinsü je eesü süpüla sülu’ujain shia.
+Ajalaashii waya suulia asaajülaakaa je akotchijülakaa siki je, wountajaain, arütkaashi waya eemüin tü lüma eejenale naya nantapaain. Nasakira anainchi chi ta’laülakai Taanko, nnojoitüjüikaya nia yooteein namaa, nnojotsü naapüin tü kasa naküjakaa achikin müshi. Tü puwente nakumajakaa, müiruja’a aka wanee jamo’ulu je juyapo’ulu ojuttusu je mashawale’erujuyülia!, mayaasüsa’a e’itüin juyakaa ko’omüinjaasü tü wuinkaa je saapünaa amaalü; nnojolu najattirayaainrüin tü moliinakaa ayulianjatkaa wuin je alakajaayajatkaa weküin, ayaatayüli’a waya asüin wuin sulu’ujee tü ishikalüirua je josopa tüüirua shia apüta’alaaka wapüla wasüinjanain shirokujee tü wuin eere süsüin tü mürütkalüirua, anayaawatshiija’a waya nutuma Juya, tü e’itüsükaa juya, epiralakalü tü walaashikaa. Tü e’iküleekaa, tü e’iküleechon naküjakaa anülia sümün tü komunidaakaa je sünainjeenain atüjaa na wejintüishikanairua nnojoluja’a naa’inrawalainya’asa - majüshi chi ta’laülakai sümaa mojuin tia nümüin. Joolu’u tayaawatüitpa jamüin nnojoika taya tatüjain aashaje’eraa je ashajaa; joolu’u tatijaaitpa oo’u jamüi nnojotka saapünüin amüinwaa tü kasa aküjünakalüirua achiki saapünajatüin amünii.
+Antitshii kepein sümüin Toushi je Tatuushi, chi alu’ujakai wanee wayunkeerachon akanajuushi soo’u wanee karalo’uta; toleekairua maiki; emi’iraairua wamüin wayakana je pienchisü yantairua!, sümüin ne’ejena chi ta’laülakai. Nnojoliishi mayaain naapakai tü kasa naashajakaa ekiira chi ta’laülakai. Arütkaashii nünainmüin jalu’u waneejeteerüinja’aya joolu’u sükuwa’ipa tü kasakaa aka nnojolin kandidaatoin müshikai aka niain chi nüchonkalin —jalu’u wayuunja’ ayain anashi chia, aniikaa nuluwataa yanta jekennukoo tü sümüin pükamionshi— müna amüinchi. Chi ta’laükalai niirakaa amüinrü je nuchuntaka nümüin chi tawalakai Sa’uulu naapaainjatüin shiairua. Yaakalaka joolu’u nutuma nipialu’in na antüshiiyünakanaya je naamaje’eraka wanee süiirua napüla, asinnüshii o’uujolü jashü’üsü je eküshii shi’irükü kaa’uya asijuushi ¡neküin tü wasayuunashikaa! Nnojolü tayaawatüin oo’u kojutka ma’in amüinwaa wayuukoluirua tia müin aka wanee kasiikeirua. Nnojoleeruja’a niaawatawalain oo’u chi ta’laülakai nimeejünüin waneepia sükayane’e weinshi tü aküjünakaa anülia nümüin je tü asülüjünakaa nümüin nnojolüin shi’iratünayaainrua.
+Jutkamuushii nepishuwa’a shiuupünaa tü luma mülo’ushaanakaa, süpülajanakaa e’iyouiruwaa. Wanee joyomuushi je waneeirua palasimuuin sulu’u tü wo’ulakalüirua, asüshii o’uujolu jashü’usü je mayaashi naseekai ma’in saa’in, mayaashiisa’a meishajaajüin nachiki nutuma chi ta’laülakai ja’yasü no’u nnojoliin naya talatüin sümaa tia; waneeiruwaya’a na’yonooin je mayaashi peewasükale sukuwa’ipa tia noulia. ¿Nnojtsüjasa natüjaain oo’u nayakana shiain wasülüjain tü o’uujolu jashü’üsükaa namüin na eekai antüin woumainru’umüin, süpüla natijaainjanain soo’u kojutüin naya watuma? Nasirapalasü tü kama’akaa je kakulajaayaka nüküjalairua chi ta’laülakai je jashü nümüin niakai müsü anakai ma’in nümüin süsira wayuukoluirua tia. Ne’rüin talatüin chi ta’laülakai mayaashiisa’a na antüshiiyüliikanaya «ta’laüla» namüin nümüin. ¿Jamakuwa’ipalü joolu’u tia?, sünain nnojolin nia na’laülain. Waneeiruwaya’asa shiane’e nantaka anain sümaa no’uuirua mataain neirakaajeekai sulu’upünaa tü washein watoutajeekaa. Je tü na’wayuushikalüirua, antüsüirua sünain achajawaa süchiki tepichi süpüla shi’ijaawashinjatüin je sünainjee tia, saajüin shiakalüirua, saa’inmajüinruwan aka küristiaanain shiairua je saapüin atüjaa sümüinrua. ¿Atüjaa? Kasakai atüjaa sümaka amüin shiakalüirua sünain shiain saa’inrüin naka na watepichinkanairua nepiyuunashin naya sulu’u tü nepia sementakaa; nnojolü jaapaain tü jeküinkaa süka jajapü namünüin natuma, sükainjatü kuchaaran; nnojoliishi waya warai müinjanain yalapünaa yala masapaatshoule müin aka saa’in tü iintiakalüirua, müin aka nnojoliikale waya iintiain; nnojolü ai jamüin yuuka jamapa, nnojolü wattachonya jamüin anasü watchonya jama, nnojolu aliika, buenas tarde jama, nnojolii aipa’a jamüin buenas noche jama, nnojotsü Taara Püshainain pünülia shia pünüliaka Sara Ramírez, ¿Ramírez? ¿Aka jamüin?, aka te’iijaawashin pia ¿Jama te’iruku? ¡Aa, nnojoo jintulaa tia shia ounekaanaka’ ane’e alu’u mojuuipa’an! Je ne’raajüin chiniitain chiniitoin waya. Soo’uje’e tia tayoutuin ayatüinjatüinya taya kepiain shipiyalu’u tü tamaatüriinainkaa chaya Puwetto Loope.
+Nnnojolü tatüjaa’in oo’u talataka ma’in nayakana nantapa wepialu’umüin. Tü tawalayuukalüirua oju’itüsüirua majüin saa’in wanee mamainasüirua sünain ee’iranajawaa tü süshe’in palajatükalüirua süka wanee jekennuu je süchepajaainrua müin aka tü alijunakalüirua. Chi tawalakai Atponsu Loope makai anülia yaa aka wanee alijuna alatapünaashi Wajiirapünaa kaaliishi nüpüla nüwaütisaajüin nia, akaisa’a mache’ein chi tawalakai sünain nü’laülain nia naashin, o’ulakaa müsia, niakai Aluwataashi paala sulu’u tü Mma Mulo’usukoo. Naashin niakai müsüirua saa’in etchennuu maluukajüin. Nnojolü tayaawatüin oo’u wanaa sümaa tia Kasai wayu tü nüküjeekalü achiki chi tawalakai Atponsu Loope, joolu’u tatüjaaitpa oo’u jamakuwa’ipalüin makaa su’upünaa alijuna süchonyuu tü wawalayuukalüirua.
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+Süse’eru’upünaa kashikaa outuuwure müinaka naa’inrüin paala shia mainma outuuwuleirua alatüitkaa antapaashii sulu’u tü ne’ejena kachapalakaa. Wayakanairua ayatsia shiain wa’yataain anain tü achajawaakaa je akotchijaakaa siki, tü teikaa o’ulakaa je tü taa’innuukaa einnüin süi süpüla aikünaa, chi tashikai o’unajaashi shipialu’umüin, na ta’laülayuukana anaajüin sukuwa’ipa sünain shiketaajünajatüin sünain ka’wayuushee tü tawala a’laülaasükaa Yotchon nümaa nüsiipü chi a’laülaakai Mapua je na walayuukanairua arüleejüin tü kaa’ulakalüirua je tü anneetkalüirua. Soo’u ka’ikaa tia eejetü nalu’ujain wanee karalo’utairua mulo’uyuu kanainkalüirua niaakuwa chi wayuu «Kandidaato» münakai. Nayakana waneejetüwaisü nanülia, nnojotsüchejee anain süpüla aponujunaa amaa müin nünülia seinyootkai chia ya. Antüshi chi Kandidaatoko’iya’asa, ojuupajiraakuu müin sümaa wayuukoo shipishuwa’a je ousajakuumachoin tü jieyuukoo, ja’itairüin tü ka’wayuushikalüirua ¿nnojoluja’a natijaawalain oo’u nayakanana nnojoluin anain süpüla shipettünajatüin tü ka’wayuushikalüirua je müsia tü ku’lamiairua ma’wayuushekalüirua? Ni’raajüin nünülia chi ta’laülakai Tanko, nanülia na tawayuukanairua, sünülia Toushi nümaa Tatuushi, müshi aka kama’inakale nia ni’raajüin waya. Shiasa’a so’u ka’i tü sümaanüin Toushi sulu’umüin eiyajiakaaa ayuule Süchipkiijatkaa je yalajee yala Süchiimamüin, chi tawalakai Atponsü Loope, nüjayajaleein Süchiimajanain waya, o’unushi nipialu’umüin nuchuntüin wanee akaaliijünaa aka kojutüin ma’in sülia tü shi’raje’eriapa’anakaa süwanülüüshi toushi. Chi seinyootkai Kandidaato nnojoishi niaawatayaain motuichipa naa’in je pasanainshi achikii sulia jaraijain arütkaain nünaimüin yaa. Aka saa’in tamüin chi seinyootkai Kandidaato eesü kasairua alatakaa mojuin nümüin, aka wattashaanain saalii na’apülairua.
+O’ulakaa müsia nipia chi seinyootkai Kandidaato kanüliasüya’a, Kowernasion sünülia. Aka saa’in tamüin nnojotsü naainjüin, soo’ujee aka sülanüwaapa apünüin jamü mepiaichipa yala. Süchikijee tia kepiashi wane’ya’asa müshiane’e aka nünülia, akaliisa’a e’iratüin nanülia nantapa sulu’umüin miichikaa tia aka kojuyashii nayakana shia nanüliaka joolu’u «Seinyoorü Kowernadoorü».
+Eesü wanee miichi Atkaddiia münüya’asa je chi kepiakai yala Atkaadde münüshi, paalale’e ma’in müshia aka nünülia chi wanee… Kandidaato. ¿Nnojotsü natüjaain oo’u nayakana mainmaleere anüliaa eein süpüla sülatüin wanee ma’awaakuumaa soo’ujee tia? Nia makatakaja’a taya amaa Kandidaato aka anain nia. Niakai asülüjüshi wamüin eküülü je nümaakaalü o’u ka’i waya pitaarulu’umüin aashajaana achikina waya; shiasa’a shi’iratapa tü nanüliakaa Kowernadoorüin shia, Atkaade müsia oo Senadoorü, nnojoliinnapa waya ne’raajüin. Tayaawatüin nnojolüin shia’alüin na’wanajaain tü nanüliakaa, ee’iranajaasü tü naa’inka’aya’asa.
+Chi tawalakai Matto, niainja’aya atüjain aashaje’eraa aka chajachin nia sulu’u shinternaadoshi tü kapüchiinakalüirua, cha’aya Nasaree, je müinya aka mainma wayuu a’lüwataashi chejee chaya, nüküjain tamüin shiain eein ashajuushin sünain karalo’uta mülo’uyuukalüirua tia «Palajanaainjatka tü komunidaakaa», «Chi Sütünajutkai Wayuu Atamüinree», «A’yatawaa sünain Paa’inwajirawaa», «Chi anashikaija’aya ma’in», «Shiaalu’u sünaataainjatüin tü Depärtamentokoo»… watta saalii tia kasa aküjünakaa achiki nnojoluyütkalia tayaawatüin oo’u. Je sünainyane’e karalo’utakalüirua tia eesü nu’upunaa chi seinyoorü Kandidaatokoi asirajüin waneepia; nünaatüin nütunairua müin aka wanee koti’otchon atkaalin; akatsa’a tü no’ukoo ja’yain sünain tü emeejülaakaa, ja’yasü sünainjee tü no’ukoluirua kasain wayuu nia; shiasa’a aka mainmain kasa nüntirakaa wamüin nüsülajanain we’itaain sükajee tia waneein wayuu anashin. Shia’alapaja’ane’e anain naya alu’u Kandidatoiwa’aya nanülia, tü kaainjaralaakaa natuma natüjain nattaaiwa’aya sulu’umüin tü miichi mulo’usukoo. Tamüsü tia sükajee chira seinyoorü Kandidaatokoi, nia’ayane’e chi pürinsesiitachon makai tamüin wanaa sümaa nuusajüin teimata je kasaalüinjachikai naashin tamaa mulo’upa taya, nia’ane’e chi nnojoikai kaalin waya apüla wanaa sümaa ayuulin Toushi je nia’ane’e chi makai. ¡Mojula’aleesia ma’in iintiakalüirua tüsa! Ka’yatapa waya nünain.
+Jülüjasü taa’in sükajee ousajünaakaa tia nnojotsü taya sutunkiruin su’utpünaa kojuya kashiirua: Tia alatakuu müsü tamüin tekiiru’u wanaa sümaa to’ulaküin tatunkeein to’ulalu’u, shia kee’ireeka taa’in chi seinyootkai Kandidaato nüle’ejüinjachin je nuusajüinjatüin taya napushuwa’a, akatsa’a nnojolüin naa’inrüin. Nnojolüne’e taya niirakaayaain amüin su’utpünaa chejeein waya sulu’ujee tü miichi mulo’ukoo.
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+Süjattapa kashi outuuwure’ulujutkoo tia, müinya aka paala tü outuuwuree alatüikalüirua ale’ajaashii sulu’u tü ne’ejena kachapalakalüirua. Soo’u ka’ikaa tia antüshii wattache’echonya, mojuituinwa’aya ka’ikaa. Yapasü shipishuwa’a tü tapüshikalüirua süpüla o’unaa Süchipkiimüin. So’u ka’ikaa tia «Sükalia ojutaa» sünülia natuma. Tayakaa o’uneesüya’asa, o’otoosücheje’e taya sulu’umüin nükamionshi chi ta’laülakai; shiasa’a Toushi nümaa Tatuushi o’otooshii sulu’u ne’ejena chi seinyootkai Kandidaato, o’unushii sulu’u tü e’ejenaa kachapalakaa.
+Wantüin Süchipkiimüin taapüin wanee napüshi nayakana majüshi nümüin wane’eya’a. Jutkate’ekalüirua aa’in iintiairua tü outusu jamüirua, ¿kasa shiküinjatka watuma? Je chia müshi ni’ipajee, Paapa sümüin waraapa isho’ulu sümaa süpanshi kainyaruushi, tü iintiakaa kamalainsü sümüin shiküin kasa shipishuwa’a ishotolüin. Je müsüja’aya tia nutuma naa’inrüin. Sünainje’ere tia nayakanairua nnojoliishii anain tamüin. Tü tapüshikaa shipishuwa’a sha’wamuusüirua wattamüinshaana wanaa sümaa wanee wayuuiruwaya’asa antüsüin sulu’ujee wanee miichipaleeiruwaya’asa, süpüla saapünajatüin wanee karalo’utachon pülaastiko kanüliakaa seedulain shia natuma. Shia’ayane’e tü nalü’üjakaa paala wanee semaana süpülapünaa «ojutaakalüirua o’uu». Soo’u ka’ikaa tia tatüja’ale’e oo’ulü chi ta’laülakai Tanko Püshaina Tatsan Kootein nünülia, Toriila, Espiina sünülia, Shankarit, Máximo nünülia, Jutpünachon Pürisiilia sünülia, Yaaya, Kürara sünülia, Katoriila, Kosiita Riika sünülia, Ka’walashiyuu, Matkeesa sünülia, Anuwachon, Yon F Keeenedi, Anashei, Kaweesa nünülia, Arepui, Kason nünülia, Wa’lechon, Lewuranche nünülia, Kauya, Monrinson Kunusen nünülia, Kooti, Kasetsa nünülia, Jieranta, Iilda sünülia, chi tawalakai Rapayerü Püshaina, Rapayeero nünülia, chi tawalai Matto, Wotsiiya nünülia, momottaasüsa’a tayasüka sülataleejüinne’e tia tamüinya’asa.
+Tasakirüin wanee napüshi nayakanairua kasai wayu taa’inrajatüin süpüla kaseedulainjatüin taya je mapüleesatsa tia nümaka tamüin, shia tachajaainjatka sükaralo’utashi tawautisaajünakalü oo’u ka’i nümaa nümeeria tayakaa sulu’umüin tü Registraduría Nacional del Estado Civil, münakaa, shiaja’a wanee kasa eeyülia so’ukai. Je maka’aya shia tatuma. Süchikijee süjattüin sü’itüin juyakaa to’unaka Süchipkiimüin je to’unulejee eemüin tü Iküleesia eejetüle tawaüttusaajünïn. Sükajee nanülia na tapaatüriinainkana je tü ka’i süküjakaa tamüin tü tamaatüriinainkaa antüna anainrü tü tapattiidain sümaajatkaa tawaütisaajünüin. Jülüjasü taa’in chi paalekai nümüin tamüin chi tapaatüriinainkai nüwaütisaajüin ma’aka pejesüirua sünain po’loo shikii chiniitachennii soo’u ka’ikaa tia. Yalajatüya yala, awaütisaajuushi taya soo’u ka’i ja’rai, kashi settieenwure, soo’u juyakaa 1970 je sükalia jemelin taya shia 31 ka’i, kashi tisiyeenwure, juya 1965, nnojoluja’a taya ja’yawalain süchoin Karouna Püshaina nümaa Kolenshi Juusayuu, teika atumaa shia Mariiasanta Püshaina nümaa Rimiikusanta Juusayuu, je nnojoluja’a ja’yawalain Koleima Püshainain tanülia, Pariide Awuchaiweetsü tanülia, ja’yasü Pariidein je Aluwaatta Awuchaiwe nanülia nepishuwa’a na chiniitairua awaütisaajuushikana su’utpünaa ka’ikaa tia. Tayaawatüitpa oo’u joolu’u jamakuwa’ipalüin tuutkukaa tamünakaa. ¿Pütijaa oo’ulu paatüriina eein püma’ana wanee e’ikülee sulu’u Süchipkii nnojoliipaja’anee o’unawalain na pi’ijaawashikanairua sünain ekirajünaa?
+* * * *
+Mainmatuwa tantiraain namaa na tawalayuuchenniikana, shiayane’e ti’airua sümaakalüirua tü jieyuukalüirua sulu’umüin tü shipiairua sementokoo. Wantiraa amaana Süchipkii je sulu’upünaa sükaayein Puwetta Loope, natija’a o’ulü wo’unajanain sulu’umüin metkaaukoo sünain ayalajaa maiki je a’luwataapu’usuirua süpüla shi’rajiraainjatüin wamaa. Tü jintutkoluiru kanainsü shiaakua wunu’siichennuu tü süsheinkalüirua je sünain nawui wayuusapaatshichennuu. Nasochirüin taa’in sükajee tü süchonyuukoluirua no’unawaipa sulu’umüin tü wepiapalakalüirua nasakirüin na nashikana wayale na iintiachennuu aküjüüshiru’ukana nakuwentajünüin achiki sa’waiwai süpülapünaa o’unaa sünain atunkaa, je müshii ne’ipajee, Aa… Shia Pokajonta tia. Je na sütepichinkana noutkajaain waya je ottushii sünain namüin yaa wamüin, ¡Pokajonta!, ¡Pokajonta! Niain atijaain soo’u Ma’leiwa jatalüin Pokajontain yaa. ¿Nnojotsüjasa natüjaain oo’u nnojoluin anain wamüin wawanaawajiraanüle? Je na tepichi tooloyuukana, na tepichikana nanainjatü nashein wanee pantalón nasapainpünaajüin je wanee kamiisachennii kuwaduriitojo ano’ulu, wotonlu’uin shia namüralu’umüin, watajüsü seita tü na’walakalüirua je kanainjashii sapaata mutsiiajüin meeriachennii kasuutonnuu. ¿Jalajatü tü waireinyachennii nukumajapu’ukoo namüin chi ta’laülkai Juulio? Aashajaasü taya namaa wayuunaikiru’u, tü waashajaakaa wayakana. Je nayakana kanüishii te’ipajee alijunaikiru’u, shiaja’a kateyaana. O’ulakaa müsia namaanapa wepialu’umüin suttapa juyakaa sünain e’itaa, kachisashii kariitochennii akumajuushi süka taapüla je süwalonshi futbool; na watepichihkanairua motusü naa’in tü najatüinkalüirua. Je tepichi jieyuukoluirua alü’üjasüirua mieekachenniii kasuutonnuu aashajaakalüirua alijunaikiru’u…, Pu’wanajaa tashein, pümaa taya patkeru’umüin, pialaja tamüin wanee elaado; motusu saa’in tü watepichin jieyuukoo tü suwayunkeerainkaa. Achonnusüirua sutuma tü ja’yamületchenniikaa, ashushujaasü sütairua sutuma tü süinyakaa laa je palaasü namüin tü süinyakaa taraawa. ¿Kasakai aa’innaka naka na watepinchinkanainüa ayuuishi naya nantapa wepialu’umüin?
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+Tayakaa matijainsalu kayaakuwaa atumaa je taikalainjatüin shi’ipo’ujee wanee kachuweera’ata müin aka tia wanaa sümaa chi akayaakuajüikai niirakajüin tamüin asirajeesü taa’in sutuma tia. Maya’awaisüsa’a suju’uituin wanee luusa katchinsü müin aka ka’ikai, tasürülüin to’u je atamaasü taya sümaa tamüshe’e, asirajashaana müsia taya süchikijee tia mojuin shia nümüin chi akayaakuajüikai. Asirajüsüya’a tü tawalakaa Ketchon, emiiruaashaana shiakaa toulia, akaisa’a chi kamaakai taya sünain tayulüin tü taseedulainkaa nikerolirüin sulu’u tü sukoolainkaa tü Registraduría münakaa je po’looiru mekiisalümüin juyan müshi soo’u. Wamüin waya eejenakana sünain tü shawamuuwaakaa pachiiruwaapülin waya po’loowaisü mekiisalümüin wouyashe nutuma. Soo’u ka’ikaa tia wamaajachi chi wawalakai Aluwanüi Püshaina. Nii’atüin tü karalo’uta sümaajatkaa jemelin nia je na eejenakana sünain a’yatawaa nasiraja akachi. Shia tatujaainja’aya oo’u Aluwanüi nnojoluin Aluwanülin nünülia sulu’u nüseedulain, shia nünüliaka Eeme Tiesinueweeve. Nnojotsü mojuin nümüin nünüliain tia atumaa; asirajaatshine’e. Jülüjasü taa’in tü jierü eejetkaa joyotüin süchiiruajee tü ashajüleekaa shia asakiraka waya sünain kasatchirüin wanülia. Jo’u ma’in pia süpüla ayulaa seedula müsü tamüin, mayaainje’e sünüiki ya oju’itüshii waya soo’u ka’ikaa tia wepishuwa’a sümaa kompurowante wajapulu’u. Po’loomekiisalümüin wouyashe wepishuwa’a je jemeishii waya ka’i türeintayuuno, kashi tisiyeenwure.
+Nnojolü tee’iyateein tü takaralo’iutashii sükaliamaajatkaa tawaütisaajünüin aka taapülijaain süka. Nnojotsü tanülieein tü Pariidekaa o’ulakaa müsia nnojotsü tapeyiidosheein tü Wuchaiwekaa, shia tachekakaja’aya ayatüin Koleimain taya püshainain te’iruku je müsüja’aya shia tachuntakaja’aya tasakinnapa: Pünülia, Keleima Püshainna, ¿Pülu’üjain tü karalo’uta sükaliamaajatkaa piotinnüin oo’u? Nnojoo, machikisalü toulian. Ja’itairün, pi’itaa sünülian tia, a’waatshi wanee yalajee yala, je jemeyutsüin shia ka’i 31, kashi tisiyeenwure, nümaka soo’omüin nünüiki. ¿Kaso’ulu juya?, süsakiraka tü jietkaa. Pi’itaa po’loo mekiisalümüin suuyashe, piaawatapan je’ralen, müsü tia’ayane’e wayuukoo sümüin, je müsüja’aya shia sutuma. Sünülia: Koleima, süpeiidoshi: Püshaina; sükalia jemelin: ka’i 31, kashi tisiyeenwure, juya 1965; sümülouin: 1,60 meetüro; shiaawatia: nnojotsü; eejetülen je sükalia shiyunnüin: Süchipkii, ka’i 14 enero, juya 1984. ¿Atüjasü pia ashajaa pünülia? Süsakirüin taya tü jietkaa süshawala’aleein suulia tü einasheekaa. Nnojolü tatüjain, tamüsü. Je süchukuwa’a tü anüikii oju’itakaa yalajeeyala müsü, nnojolü mountajaainkuu pümüin, paapaa suweeyashe. Saapaain tü tajapü tekialu’ujeekaa je shi’itaaka tü tajapira intisekaa sünain tü karalo’utakaa. Siudadaanairupa pia, müsü tamüin, akatsa’a saashin matüjainsalü ashajaa sünülia.
+Joolu’u tachonyuu, nayainnapainja’aya o’unuin sulu’umüin tü e’iküleekaa, nasakirüin taya jamüin matüjainka taya ashajaa tanülia, shia tanüika’alakaja’anee tü e’iküleekaa wattajatüin ma’in shia tanain je tayakaa tachajaainjatüin je takotchijainjatüin tü shikikaa. Eesü taya süpüla tamüin pümüin alatüirü je’ra ka’i eera too’ulaküin tachatajaain tü piaakuwakaa yalakaa süpücho’u puwetto’ukoo, tü teirakaakaa amüin nnojotpa jaralüin ‘erüin taya yaa je tayaawatüin tü piaakuwakaa, piakai paa’irüinya’a, tasiraja amüinchi japüisüya joolu’u taya süka tantire’erüin po’uurua sümaa to’uuirua, nnojotsü shiain tian, jamüinjatkaine’e waa’inrüi tia, taa’inreerüje müinya aka maama süchatajaain piaakuwa je nayaakuwa waneeiruwaya’asa na kandidaatokonoirua, müleje süka tachatajaain piaakua sünainjee puwetto’ukoo, müsüja’aya aka taa’inrakai taa’innainjeen.
+¿Por qué «manifiesta no saber firmar»?
+Desde pequeña siempre me llamó la atención el que la mayoría de los miembros de mi familia materna manifestaran en sus documentos de identidad «no saber firmar» y que además, todos hayan nacido un 31 de diciembre, por lo que un tiempo creí que todos los Pushainas nacían en esa fecha, les prometí a todos que cuando yo creciera haría una fiesta de cumpleaños a todos los Pushainas que habían en la península de La Guajira, porque todos habían nacido un 31 de diciembre. Pero celebrar el cumpleaños a un grupo considerable de Pushainas —teniendo en cuenta que es uno de los clanes más numerosos de la península— sería relativamente realizable, mas enseñarlos a firmar, eso sí que sería difícil, por lo que empecé con mi abuelo Valencia Pushaina —Colenshi— de la región de Paradero —Media Guajira—. Tenía mi abuelo setenta años de edad aproximadamente, y yo siete años, cuando armados de papel y lápiz le di sus primeras lecciones. Mis pequeñas manos trataban de llevar las manos grandes, callosas y arrugadas de mi abuelo por el sendero de las letras cursivas, pero al ver lo tenaz que sería mi empresa, decidí mejor enseñarle a firmar en letra de «palito». Mi abuelo se dejaba llevar, pero al poco tiempo se dormía. Fue por aquella época cuando llegaron unos cachacos a llevarle un diploma que lo acreditaba como un campesino colombiano, en el Día Nacional del Campesino. Escuché que mi abuelo debía firmar un recibo que constatara que él había recibido dicho diploma. Me puse en primera fila, estábamos todos en la enramada de la casa de mi tío Ramón —Paraíso, Resguardo Caicemapa, Baja Guajira—. De todos yo era la única que esperaba que mi abuelo firmara. Por fin todos se darían cuenta de que mi abuelo ya sabía escribir su nombre, pero no le entregaron un lapicero, le tomaron la mano derecha y humedecieron su dedo índice en un huellero y estamparon su huella digital en el recibo. Todos aplaudieron, menos yo, que el viejo Vale hubiese recibido un diploma. Mi abuelo miraba el diploma y hacía como si lo estuviera leyendo, pero no sabía que lo tenía al revés. Como era muy niña el suceso se me olvidó al poco tiempo. Dejé de darle clases a mi abuelo y me fui a jugar con mis primas. Transcurrió mucho tiempo cuando le pregunté a mi abuelo por qué no había firmado el papel que le dieron los cachacos y me dijo que él ya estaba muy viejo para hablar con el papel —escribir— y tampoco el papel quería hablar con él —leer—. Hoy que él ya no está y siento que tengo muchas cosas por hacer, quiero celebrarles el cumpleaños a todos los Pushainas y a todos los wayuu nacidos el 31 de diciembre.
+Aquel mes de octubre fue como los octubres anteriores que llegaron ellos a nuestra ranchería, llegaron con la mañanita y con las últimas lluvias. Mis primas y yo buscábamos y recogíamos leña para quemarla y hacer con ellas el carbón que después iríamos a vender. Los sentimos llegar en caravanas de carros. Así como cuando nosotros vamos a comprar maíz al mercado de Uribia o cuando vamos a cobrar una ofensa. La diferencia es que ellos llegaron en unos carros que parecían de cristal, todos nuevos y lujosos, a los que les llaman burbujas; y nosotros vamos en el camión viejo de mí tío, en la parte de atrás, de pie y apiñados como las vacas, moviéndonos de un lado para el otro, porque el camino está dañado y el puente que hicieron el año pasado sólo sirvió por dos meses. Ahora nos toca bajarnos para que el camión pueda pasar sin peso el arroyo y así evitar que se quede atollado; pero cuando llega el invierno el camión se queda en el Paraíso, nuestra ranchería, porque el arroyo crece y se lo puede llevar.
+Dejamos nuestros oficios de buscar y recoger la leña y, presurosas, nos acercamos a la enramada adonde ellos llegaron. Preguntaron por mi tío Tanko, pero él en un principio no los quiso atender, dijo que no han cumplido lo que prometieron. El puente que hicieron, hace ya un verano y un invierno, ¡se cayó y no lo han levantado! Sólo bastó que lloviera para que el arroyo creciera y se lo llevara; tampoco han traído el molino para sacar agua y preparar nuestros alimentos. Aún seguimos tomando agua de las cacimbas y, cuando estas se secan nos toca tomar de la misma agua donde toman los animales, gracias a Juyá, la lluvia que llena nuestro jagüey. «Y la escuela, la escuelita que prometieron para la comunidad y para que nuestros niños estudiaran, tampoco la han hecho», decía molesto mi tío. Ahora entiendo por qué nunca aprendí a leer y a escribir; ahora entiendo el sentido de las promesas no cumplidas.
+Han traído, para mi abuela y mi abuelo, café —el que trae una muñequita pintada sobre una hoja—, sacos de maíz, juguetes para nosotros y ¡cuatro llantas para el camión de mi tío! Ellos parecían no escuchar las quejas de mi tío. Se le acercaban y decían que esta vez las cosas eran diferentes porque el que estaba de candidato no era el papá sino el hijo.
+«Y ese sí es buena gente, hasta le mandó estas llantas nuevas para su camión», le dijeron. Mi tío las miró y le pidió a mi hermano Saúl que las tomara. Aceptó la visita de los recién llegados y mandó a colgar unos chinchorros para ellos, les sirvieron chicha agria y comieron chivo asado. ¡Se comieron nuestro desayuno! No sé por qué tratan a esta gente como si fueran caciques. No se dará cuenta mi tío de que siempre lo engañan con las mismas palabras y los mismos regalos.
+Todos estaban reunidos en la enramada más grande, la de las visitas. Sentados unos y otros acostados en nuestros chinchorros, tomaban la chicha agria y hacían como si les gustara, pero al menor descuido de mi tío había gestos de desagrado en sus caras; otros la derramaban a propósito y fingían un accidente. ¿Acaso no saben ellos que la chicha agria es la que le brindamos a quienes vienen a nuestra tierra, como muestra de nuestro respeto? Se reían de los cuentos largos y aburridos de mi tío y a él parecía agradarle las carcajadas de esa gente. Veía en la cara de mi tío satisfacción cuando los recién llegados le decían «mi tío». ¿Con qué derecho, si no lo tienen? Otros sólo vienen con esos ojos que parecieran mirar debajo de las mantas que cubren nuestros cuerpos. Y sus mujeres, sus mujeres vienen buscando niños para convertirlos en sus ahijados y así, según ellas, tener el deber cristiano de cuidarlos y educarlos. ¿Educarlos? A qué le llaman ellas educación si lo que hacen con nuestros niños es tenerles de sirvientes en sus casas de cemento; decirles que la comida no se toma con la mano, sino con la cuchara; que uno no debe andar por ahí con los pies descalzos como los indios, como si no lo fuéramos; que no es ay que es «yuca», que no es wat-tachón que es «mañana», que no es arika que es «tarde», que no es aipá que es «noche»… que tú no te llamas Tarra Pushaina sino «Sara Ramírez»…
+—¿Ramírez? ¿Por qué?
+—Porque eres mi ahijada.
+—¿Y mi clan?
+—¡Ay, no, niña eso sólo se usa en el monte!
+Y se refieren a nosotros como la chinita o el chinito. Fue por eso que no quise seguir viviendo con mi madrina en su casa de Puerto López.
+No sé por qué se alegran cuando ellos llegan a nuestra ranchería. Mis primas salieron como unas locas a cambiarse las mantas viejas por unas nuevas y a pintarse las caras como las alijunas. Mi primo, Alfonso López, se llama así porque un señor que estuvo de paso por La Guajira hizo el favor de bautizarlo, pero mi primo insiste en que es su tío y que, además, fue presidente de la República. Mi primo, Alfonso López, les dijo que parecen «perritas en tiempo». No sé lo que quiso decir en ese momento mi primo Alfonso López, pero ahora entiendo por qué mis primas tienen hijos con caras de alijunas.
+Aquel mes de octubre fue como los octubres anteriores que llegaron ellos a nuestra ranchería. Nosotros seguíamos en nuestros oficios de buscar y recoger la leña, mamá y mis tías tejiendo chinchorros para vender, papá estaba de visita en su ranchería, mis tíos arreglando el matrimonio de mi hermana mayor Yotchón con un sobrino del viejo Mapua, y mis primos pastoreando los chivos y las ovejas. Esa vez llevaron unos papeles grandotes que tenían la imagen de ese hombre que se llamaba «Candidato». Ellos tienen nombres extraños, por lo que nada de raro tendría que ese señor se llamara así. También llegó el Candidato abrazando a todo el mundo y dando besitos a las mujeres, hasta aquellas que ya tenían marido. ¿No saben ellos que está prohibido tocar a las mujeres comprometidas y aun a las doncellas que no lo están? Se sabía el nombre de mi tío Tanko, el de mis primos, el de Toushi y Tatuushi, era como si nos conociera desde hace tiempo. Pero cuando Toushi fue llevada hasta el hospital de Uribia y de ahí a Riohacha, mi primo Alfonso López, aprovechando que estábamos en Riohacha, fue hasta su casa a pedir ayuda porque la enfermedad de Toushi era costosa. El señor Candidato ya no se acordaba de él y estaba rodeado de hombres que no dejaban que nadie se le acercara. Creo que el señor Candidato tenía problemas, porque los hombres que lo acompañaban estaban armados hasta los dientes.
+La casa del señor Candidato también tiene nombre, se llama «Gobernación». Pero creo que no es de él, porque cuando pasaron tres veranos ya no vivía ahí. Después vivía otro que se llamaba igual, pero cambian de nombre cuando llegan a vivir a esa casa, porque la mayoría termina llamándose «Señor Gobernador». Hay otra casa que se llama «Alcaldía» y el que vive ahí se llama «Alcalde», pero al principio también se llamó igual que el otro… Candidato. ¿No saben ellos que tantos nombres pueden causar confusión? Pero prefiero a Candidato porque es bueno. Él regala comida y cuando nos lleva al hospital nos atienden; caso contrario cuando se cambian el nombre por el de Gobernador, Alcalde o Senador, ya no nos conocen. Siento que no sólo cambian el nombre, sino también el alma.
+Mi primo Matto, que sí sabe leer porque estuvo en el internado de los capuchinos, en Nazareth, y al igual que muchos terminó escapándose de ahí, me dijo que en esos papeles grandes decía «primero la comunidad», «el amigo del pueblo», «concertación y trabajo», «la mejor opción», «por un mejor departamento»… En fin, muchas cosas que aún no entiendo lo que quieren decir. Y en esos mismos papeles la cara del señor Candidato sonreía; los brazos extendidos como si fuera un gallito de pelea; pero sus ojos tenían el brillo de la traición, sus ojos decían qué clase de persona era; pero al traer tantos regalos nos hacía creer que era buena persona. En realidad ellos son gente buena mientras se llaman Candidato, la maldad la aprenden apenas entran en esa casa grande. Lo digo porque ese señor Candidato, el mismo que me dijo «princesita» mientras me daba un beso cerca de la boca y que prometió casarse conmigo cuando yo creciera, fue el mismo que se negó a ayudarnos cuando Toushi enfermó y el mismo que dijo cuando nos alejábamos de él: «¡Esos indios sí joden!».
+Recuerdo que ese beso me robó el sueño por muchas lunas. Ese momento se repetía en mi mente una y otra vez mientras trataba de dormir en mi chinchorro. Quería que el señor Candidato regresara y me besara nuevamente, pero no lo hizo. Ni siquiera me miró cuando fuimos a su casa grande.
+Aquel mes de octubre fue como los octubres anteriores que llegaron ellos a nuestra ranchería. Regresaban en sus carros de cristal. Esa vez llegaron más temprano, el sol aún no salía. Toda mi familia estaba preparada para ir a Uribia. Ese día ellos lo llamaban el «día de las elecciones». Yo también quería ir, por eso me monté en el camión de mi tío; mientras que Toushi y Tatuushi lo hicieron en el del señor Candidato, se fueron en el carro de cristal. Al llegar a Uribia escuché que uno de ellos le decía a otro:
+—Esta catajarria de indios tienen hambre, ¿qué les damos?
+Y aquel le contestó:
+—Dales gaseosa roja con un pan de caña. Al indio le gusta todo lo que sea de color rojo —y así lo hizo. Desde ese momento ellos me empezaron a caer mal.
+Toda mi familia hizo una larga fila junto con otras gentes que venían de otras rancherías, para recibir una tarjetita plástica que ellos llamaban «cédula». Eran las mismas que ellos se habían llevado una semana antes de las «elecciones». Ese día me enteré que mi tío Tanko Pushaina se llamaba Tarzán Cotes, que Shankarit se llama Máximo, que Jutpunachón se llamaba Priscila, que Yaya se llamaba Clara, que Castorila se llamaba Cosita Rica, que Kawalashiyú se llamaba Marquesa, que Anuwachón se llamaba Jhon F. Kennedy, que Ashaneish se llamaba Cabeza, que Arepuí se llamaba Cazón, que Waríchón se llamaba Lebranche, que Cauya se llamaba Monrrinson Knudsen, que Cotiz se llamaba Alka-Selkser, Jierranta se llamaba Hilda, el primo Rafael Pushaina se llamaba Raspahierro, mi primo Matto se llamaba Bolsillo, y por un momento temí que conmigo pasaba lo mismo.
+Le pregunté a uno de ellos qué debía hacer para tener una cédula y me dijo que eso era fácil, que buscara mi partida de bautismo y que él después me llevaría a un lugar que se llama Registraduría Nacional del Estado Civil, la cual aún existe. Y así lo hice. Cuando terminaron las lluvias me dirigí a Uribia y fui a la iglesia donde me habían bautizado. Por el nombre de mis padrinos y la fecha que me decía mi madrina dieron con mi partida de bautismo. Recuerdo que el padre dijo que mi padrino había bautizado cerca de cien chinitos ese mismo día. Y allí estaba, me bautizaron el 5 de septiembre de 1970 y mi fecha de nacimiento 31 de diciembre de 1965, que yo no era hija de Karouna Pushaina ni de Colenshi Jusayú, sino de Maria Santa Pushaina con Domingo Santo Jusayú, y que yo no me llamaba Coleima Pushaina, sino Faride Abuchaibe; que todos los chinitos bautizados ese día se llamaban Faride y Eduardo Abuchaibe. Ahora entiendo por qué todos me dicen la Turca. ¿Sabe padrino que tiene usted un colegio en Uribia adonde ni siquiera van sus ahijados a estudiar?
+En varias oportunidades me encontré con mis primitos, los mismos que aquellas mujeres se llevaron a sus casas de cemento. Los encontrábamos en Uribia y por las calles de Puerto López, ellos sabían que iríamos a comprar maíz en el mercado y se escapaban para verse con uno. Las niñas llevaban puestos vestiditos de florecitas y en sus pies sandalitas. Me recordaban a sus hijas, que cuando iban a nuestra ranchería le preguntaban a sus padres si nosotros éramos los indios de los cuentos que ellos le contaban en las noches antes de ir a dormir, y ellos le contestaban:
+—Sí… esa es Pocahontas.
+Y sus niños nos rodeaban y nos empezaban a decir: ¡Pocahontas!, ¡Pocahontas!
+Sabrá Maleiwa, Dios, quién es Pocahontas. ¿No saben acaso que no nos gusta que nos comparen? Y los niños, los niños llevaban puestos unos pantalones cortos con camisitas de cuadritos abotonadas hasta el cuello; sus cabellos llenos de aceite y en sus pies zapatos negros con mediecitas blancas. ¿Dónde estaban las guaireñitas que les hacía mi tío Julio? Yo les hablaba en wayuunaiki, lo que hablamos nosotros. Y ellos me contestaban en alijunaiki, o sea, castellano. Y cuando los llevaban a nuestra ranchería, para el tiempo en que comenzaban las lluvias, cargaban carritos de madera y balones de fútbol. Nuestros niños olvidaron sus arcos y sus flechas. Y las niñas cargaban muñequitas catiras que hablaban en alijunaiki… «Cámbiame el vestido, llévame al parque, cómprame un helado»; nuestras niñas olvidaron sus wayunkeras. Los mosquitos los picaban, el agua del jagüey les brota la piel y el agua del molino les parece salada. ¿Qué les hicieron a nuestros niños que cuando llegan a nuestra ranchería se enferman?
+Yo nunca me había tomado una fotografía y sentarme en frente de un aparatejo de esos mientras el fotógrafo me observaba me daba risa. Cada vez que salía una luz fuerte como el Kaí, el Sol, cerraba mis ojos y me levantaba atemorizada, luego soltaba una carcajada que molestaba al fotógrafo. Mi hermana Ketchón también se reía. Ella era muchísimo menor que yo, pero el que me llevó a sacar la cédula la metió en la fila de la Registraduría y dijo que tenía dieciocho años. A todos los que estábamos en la fila nos puso dieciocho años. Ese día también nos acompañó nuestro primo Alúwanuí Pushaina. Él mostró su partida de bautismo y los que trabajaban en ese lugar se reían, no sé por qué. Lo que sí sé es que Alúwanuí no es Alúwanuí en la cédula, sino «Eme Diecinueve». A él no le molesta que lo llamen así; sólo se ríe.
+Recuerdo que la mujer que estaba sentada detrás del escritorio era la que nos preguntaba cómo nos llamábamos. Me dijo que yo estaba muy bichecita para sacar cédula, pero igual todos los que fuimos ese día salimos con comprobante en mano. Todos teníamos dieciocho años, y habíamos nacido el 31 de diciembre.
+No quise mostrar mi partida de bautismo porque me dio pena. No quería ser Faride ni llevar el apellido Abuchaibe, quería seguir siendo Coleima del clan Pushaina, y así respondí cuando me preguntaron:
+—¿Nombre?
+—Coleima Pushaina.
+—¿Trajo partida de bautismo?
+—No, se me perdió.
+—No importa, ponle ese nombre —gritó alguien de alguna parte de ese lugar—, y que también nació el 31 de diciembre —agregó.
+—¿De qué año? —preguntó la mujer.
+—Ponle dieciocho años, saca la cuenta —le contestó la misma persona, y así fue.
+Nombre: Coleima. Apellidos: Pushaina. Nacido: 31 de diciembre de 1965. Estatura: 1,60 metros. Señales: ninguna. Lugar y fecha de expedición: Uribia, 14 de enero de 1984.
+—¿Sabe firmar? —me preguntó la mujer levantándose de la silla.
+—No sé —le contesté.
+Y de nuevo la voz que salía de alguna parte dijo:
+—No pierdas tanto el tiempo, tómale la huella.
+Tomó mi mano derecha y estampó mi dedo índice en el papel.
+—Ya eres ciudadana —me dijo—, pero manifiesta no saber firmar.
+Hoy, cuando mis hijos, que sí van a la escuela, me preguntan por qué no sé firmar, yo sólo les puedo decir que la escuela quedaba muy lejos y que tenía que buscar y recoger la leña. A ti te puedo decir que hace días intenté arrancar tu imagen que está detrás de la puerta, la que cuando nadie me ve, yo la miro y la miro y siento que tu imagen, que tú, lo haces también, le sonrío y hasta me da pena encontrar tus ojos con los míos; pero no, para qué hacerlo, lo haría así como mamá ha arrancado tu imagen y la imagen de otros candidatos, si quitando tu imagen de la puerta, también la estuviera arrancando de mi corazón[6].
+WAYÚU: Pueblo indígena ubicado en la península de La Guajira colombo-venezolana.
+WAYUUNAIKI: Idioma de los Wayuu, familia etnolingüística Arawak.
+ALIJUNA: No wayúu sirve para identificar al negro, al blanco, al forastero.
+ALIJUNAIKI: Idioma de los Alijunas.
+PARAÍSO: Rancherías indígenas wayúu.
+RANCHERÍAS: Lugar donde habitan los wayúu, por grupos familiares. Asentamiento indígena. Hoy gozan de protección mediante la constitución de los resguardos.
+TOUSHI: Mi abuela.
+TATUUSHI: Mi abuelo.
+PUSHAINA, JUSAYÚ: Clanes indígenas wayúu. Tanko, Shankarit, Jurtpunachón, Yaya, Kawalashiyú, Anuwachón, Ashaneish, Arepuí, Warichón, Cauya, Cotiz, Kierrantá, Alúwanuí, nombres propios en wayuunaiki, lo que hablamos. Estos no tienen traducción.
+WAYUNKERAS: Muñequitas elaboradas en barro.
+CATAJARRIA: Guajirismo, significa ‘cantidad, multitud’.
+[6] Agradecemos a la editorial Santillana por permitirnos reproducir esta obra de Estercilia Simanca para la Biblioteca Básica de Cultura Colombiana. (Nota de los editores).
+ANASTASIA CANDRE ES UITOTO-OKAINA. Nació en 1962 en Adofiki (Cordillera), corregimiento de La Chorrera, departamento de Amazonas, y falleció en 2014 en Leticia. Por descendencia paterna era okaina del clan jíkofo kinéreni —Tigre de cananguchal— y por descendencia materna: uitoto murui. Hablaba los dialectos bue, minika y nípode de la lengua uitoto, además del español y el portugués.
+Anastasia se educó al lado de sus padres: Lorenzo Candre y Ofelia Yamakuri. Lorenzo fue uno de los últimos sabedores tradicionales que nació antes del conflicto colombo-peruano, durante el tiempo del genocidio de las caucherías. Ofelia Yamakuri fue una mujer uitoto muy tradicional, quien no aprendió a hablar en español. Según Anastasia, son numerosos los saberes que le legaron sus padres, y otros familiares; pueden destacarse algunos como el yetárafue —los consejos de vida: la base principal de la educación propia—, la pintura en yanchama con colores naturales, las conjuraciones —para maternidad, para cuidar niños pequeños, para no abortar, para los cuidados de mujer— y los cantos rituales de todos los géneros: yuaki, zikii, marai, menizai, yadiko, ziyiriya rua, erai.
+En 2005, Anastasia fue invitada al Foro Social Mundial, en Porto Alegre (Brasil), y en 2006 participó en la versión XVII del Simposio Internacional de LAILA —Latin American Indigenous Languages Association—, que tuvo como sede a Colombus, Ohio (Estados Unidos).
+Anastasia estudió Lingüística en la Sede Amazonía de la Universidad Nacional de Colombia, Leticia. En 2007 terminó su trabajo de grado, Yuaki Muina-Murui: Cantos del ritual de frutas de los uitoto, el cual fue Beca Nacional de Creación en Oralitura del Ministerio de Cultura. Ese mismo año grabó cantos tradicionales para Murui iemo muina rua, libro/cd editado por la Fundación Terra Nova.
+Anastasia ha colaborado en múltiples investigaciones, y es reconocida traductora del uitoto, lengua que también ha enseñado en la Universidad Nacional, sede Leticia. Aunque aún no publicó un libro completo con sus textos poéticos, cinco de sus poemas en lengua uitoto fueron traducidos al italiano por Emanuele Betini, para formar parte de la Antología de lírica indígena. En 2013 recibió el Premio “Dedicación al enriquecimiento del la cultura ancestral indígena –rituales ancestrales” del Ministerio de Cultura de Colombia. En 2014 La Revista Mundo Amazónico vol. 5 le dedicó un número especial con la coordinación editorial de Juan Álvaro Echeverri.
+La poesía de Anastasia Candre es comprensible en el universo de los cantos ceremoniales uitoto. Sus poemas aúnan algunas características rituales de los cantos tradicionales con una expresión más íntima y personal de imágenes y sentimientos de gran fuerza simbólica. No es casual. Sus pueblos de origen se caracterizan por el ejercicio de una palabra ritual muy elaborada; una palabra que es consejo, semilla, poder, y en el caso de Anastasia Candre: erotismo y memoria.
+Kaimare, izirede
+Ziore jayede jifiji
+Afe izoi muruirigó komeki
+Ikirifirede fuena boorede
+Muruiño rigó abi ziore jayede
+Jifirai zafiana
+Daigo uai riirede jifirite
+Daigo fiaikana ie komeki mananaite
+Ie mei daigo zadaide; ji, ji, ji
+Jifiji, rigo komeki
+Jifiji, rigo mairiki
+Jifiji, rigo manue
+Yetarafue
+Ua reiki duiñede ie komeki
+Kaimare ite ie jofomo
+Sabroso y picante
+Su aroma delicioso
+Así como el corazón de la mujer uitota
+Furiosa y sus labios ardientes
+Mujer uitota su cuerpo oloroso
+Como el perfume de la flor del ají
+Su voz fuerte y picante
+Sola se calma de su ira, pero su corazón ardiente
+Y comienza a reírse ji, ji, ji
+El ají, corazón de la mujer
+El ají, la fuerza femenina
+El ají, planta medicinal de la mujer uitota
+Es la verdadera enseñanza y conocimiento
+El verdadero fuego de amor que no se apaga
+Y vive alegremente en su dulce hogar
+Kue unaodikue, buuñedike
+O uzumadikue
+Nuiona abi mamedikue
+Jakire eroidikue
+Kue unaodikue
+Janayari izoi jirayiña raidikue
+Kuena jakiruiñeno zigioitioza
+Fia o janaidikue
+Buuñedikue unaodikue
+Joriaina naidaidikue
+Jira namadikue
+Jifaiya buinaimadikue
+Digaa duiko duiñode funotimiedikue
+Kuemo jiyua, baitara uai ite
+Yagueroide komena jaka faidodikue
+Kueri, kaiyia duekaidikue
+Jae itikue ie iadi buu kueri jifanoñede
+Komini finoriya raodikue
+Kuemona diga nairai abina onode
+Unao Buinaimadikue
+Yo, soy el yagé, no puede decirme quién eres
+Soy, tu abuelo
+Boa, así me presento
+Mi presencia es miedosa
+Yo, soy el yagé
+Soy como el jaguar, que me siento, con mi piel pintada
+No te asustes de mi presencia, ¡abrázame!
+Sólo es tu imaginación
+No me diga, ¿quién eres? Soy el abuelo yagé
+Soy el espíritu que permanece de pie.
+Yo soy la sanación
+El dios que hace embriagar de los sueños maravillosos
+Cuántas enfermedades he quitado con mi soplo
+Mi palabra es de vida y de saberes
+Maldigo aquellas personas burlonas
+Si me piden perdón, perdono
+He existido desde un principio y ningún ser se burla de mí
+Yo soy el bejuco de la ciencia de los saberes
+De mí, mi gente tuvo conocimiento
+Soy el dios, yagé
+Quisiera que alguien me diera de tomar la cahuana
+Mi corazón ya quiere secarse
+De la maloca de la gente de río abajo
+Desde allí se escucha que viene la voz de la abundancia
+Que es la palabra del verano
+El anciano grita
+«Mujer», prepara nuestra cahuana para tomar
+Así como hacían nuestros antepasados
+La cahuana es nuestra vida
+La fuerza y el aliento de nuestra madre
+Como la cuna donde se reproduce nuestra vida
+Uzungo, yuai buinaiño
+Uzungo, yuai nango
+Afego ria rite
+Ñue uiñote naaga mona
+Juzitofe, maikatofe, farekatofe,
+«Uzungo» Mai kai juziemo
+Kai riijizai, jakaizairi, ogoyi, beyaji, rozidoro
+Diga amena tiia meino
+Diga, raoniai jaitaja meino
+Enie jobaiya meino
+Kue nabai biya
+Monifue dukina
+Juziemo yetarafue yoga
+Juziemo yofuegakue
+Juziemo, uzungo ie jito, ie jiza
+Ie, jito, ie jiza uruii yofuete
+Abuela de la abundancia
+Abuela dueña del baile de frutas
+Ella, siembra las semillas
+Y las cuida con amor maternal
+Palo de yuca, yuca brava, yuca dulce, yuca para la bebida
+¡Abuela!, quiero ir a la chagra
+A sembrar tubérculos, ñame, plátano, maíz, piña
+Remplazo de muchos árboles que se tumbaron
+Bejucos que lo cortaron y sangran
+La tierra que quemaron
+Llega mi hermano
+Y llega la abundancia
+En la chagra se enseña los consejos
+En la chagra fue donde me enseñaron
+En la chagra la abuela enseña sus saberes
+A sus hijos e hijas, nietos y nietas
+Naimerede jibina uai
+Coca su palabra es dulzura
+Mare uai, komuiya jebuiya uai
+Su palabra sabia que da vida y crecimiento
+Monifue uai jiibina
+La palabra coca es abundancia
+Rafue jiibina uai
+Son rituales la palabra coca
+Yuaki: ritual de frutas
+Erai: ritual de inauguración de la maloca
+Zikii: ritual de baile de guaduas
+Menizai: del ritual de baile de la tortuga
+Yadiko: del ritual de baile de anaconda
+Ziyiko: del ritual del manguaré
+Baile de frutas, de inaugurar maloca, de tortuga, de tablón y de manguaré[7]
+Kue, uai yaguedote uruki jionaiñede
+Mis hijos que no me obedecen, no llegarán a la vejez
+Rafuena onoiñede, fia yoñega nairai, einide, moonide
+No tiene conocimiento, es un ignorante, sin madre y sin padre
+Kue uai fuiñeite jaka mei, iite y kue iitikue
+Mi palabra nunca terminará y permaneceré para siempre.
+Ie, iiadi ja kue ifotirai omoi jobaika
+Sin embargo, ustedes me quemaron mi cabello
+Kue aimaki boode
+Mi barba es una llamarada
+Kue onokairo uzide
+Mis brazos están quemados
+Niezi omoi kue moziori
+¿Cómo podre sostenerlos?
+Kue naidaina idai ja konaite
+Mis piernas están desechas y carbonizadas
+niezi kue naidairi
+¿Ahora cómo me levantaré?
+kue, duere finodiomoi
+Mis hijos no me compadecen
+¡Aa iii!: daa kue komeki kaana
+¡Aaayyy! solo mi corazón me late
+Omoi kue jagiyi naiediomoi
+Ustedes, son mis hijos de mi esencia
+Ore riño muruiño komekina mare riñoiza
+¡Hola! Mujer uitota, su dulce corazón como de una niña
+Juiñoina kue jirota, jaigabina
+Dame de beber, caldo de yuca dulce y la cahuana
+Kue komeki naime
+Endulce mi corazón
+Kiibiana kue jirota kue jiyoyena
+Dame de beber, miel de abejas para sanarme
+Fioki riño muruiño
+Bella mujer uitota
+Fioki, iima muruima
+Joven hermoso hombre uitoto
+Kaimare jayede, ziore
+Sus olores agradables
+Jibina iemo diona zafiana
+Como el aroma de la flor de la coca del tabaco.
+[7] Grandes xilófonos de madera que son empleados en los bailes (Juan Álvaro Echeverri).
+EFRÉN FÉLIX TARAPUÉS CUAICAL pertenece al pueblo de los pastos. Nació en 1955 en el resguardo pasto del Gran Cumbal, departamento de Nariño, en el extremo surandino colombiano. Cursó hasta el tercer año de educación primaria, y luego realizó numerosos cursos. En 1975 se sumó a las luchas de los pastos por la tierra. Sus poemas a la lucha formaron parte de esa resistencia ancestral, y fueron escritos para sumarse a la memoria colectiva de su comunidad. Más adelante publicó el Chaki Cumbe, una guía informativa sobre la reivindicación del derecho mayor, y luego el manifiesto Kumbe, que trata sobre los principios, conceptos y lineamientos del derecho mayor.
+Taita Efrén le ha aportado a su comunidad en temas claves como la estructuración del plan de manejo ambiental de la cuenca hidrográfica del río Blanco, la conceptualización del territorio y la construcción de principios sobre el derecho mayor, principios que inspirarán parte del aporte indígena a la nueva Constitución de Colombia, redactada en 1991.
+En 1999 las comunidades del resguardo lo eligen como autoridad tradicional del resguardo-cabildo del Gran Cumbal. Y en el 2002, con el respaldo de AICO —Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia—, es elegido senador de la República. En 2005 participa en la constitución de Shaquiñan, asociación de cabildos y autoridades tradicionales del nudo de los pastos.
+Sus escritos son de interés comunitario, y se caracterizan por la conceptualización filosófica del espacio, el pensamiento y el legado de los mayores. Juan Shiles, cacique del siglo XVIII que luchó por la tierra y legó algunas «enseñas» o «metáforas», es una de las fuentes recurrentes en la obra del taita Efrén.
+Por muchos años taita Efrén se ha esmerado en recopilar conocimientos, memorias, técnicas ancestrales… en suma: sabiduría de los pueblos indígenas, especialmente la de los pastos, en el gran contexto andino de raigambre quechua-pastarán. Muchos de sus escritos permanecen inéditos, recreados permanentemente mediante la oralidad y la pintura. Dice taita Efrén: «Para la percepción del pensamiento andino ha sido importante la lectura desde la grafía fractal del simbolismo ancestral, simbolismo que está escrito en los lugares cosmo-referenciales, también en la memoria, y el cual ha sido necesario graficar a color».
+La escritura del taita Efrén está muy próxima a la oralidad. Resulta algo inclasificable, y si bien es cierto que se aproxima al género del ensayo, es básicamente palabra del espíritu mayor, como él prefiere llamarla por su vinculación con las raíces colectivas. La palabra del espíritu mayor se teje desde la memoria que es territorio, y desde el territorio que es memoria, desde los conceptos que fluyen en poesía y desde la poesía que fluye en conceptos. Efrén Tarapués nos explica, nos cuenta, pinta las palabras, les devuelve sus raíces originarias —tuza/cuasmal/capulí/piartal/pastarán—, y las eleva como los Andes que inhalan el hielo con agua y exhalan el fuego con tierra.
+LOS PASTOS VIVIMOS EN EL territorio panamazónico y andino conocido como el nudo o huaca de los pastos, territorio que se origina desde el piedemonte de la costa Pacífica bordeando la altiplanicie andina hasta el piedemonte amazónico. Nosotros vivimos en cercanía a la cuna del cóndor, de la llama, de la alpaca, del guanaco, del cuy. Nosotros vivimos en territorio de nevados, cerros, páramos, lagunas, humedales, ríos, montañas. Nosotros vivimos en tierra de espíritus guardianes como la Kalanhusa[8], el Shaviran[9], la Moledora[10], el Shutun[11]. Nuestro territorio fue originado por las dos perdices poderosas, la blanca y la negra. Las perdices dieron vida a los Shinhusos —hombres andinos originarios—, los Kari —hombres— y las Warmi —mujeres—.
+Cuando el mundo se formó, los dioses formadores dejaron los atillos —grupos consanguíneos originarios—, los ayllus —grupos de familias originarias: hoy veredas—, las parcialidades de arriba y abajo; todo lo dejaron en el páramo —lugar de frío— y el huaico —lugar de calor—, para que desde allí pudiesen describir las leyes de la naturaleza y el cosmos.
+Juan Shiles es el nudo que ata lo antepasado y lo presente, la vida colonial y republicana. En el siglo XVIII, tiempo de la Colonia española, Juan Shiles fue un principal de la parcialidad Nasate Shiles, pueblo de los pastos, a quien le tocó ver y sentir la agresión y desplazamiento de los lugares de origen de las comunidades originarias. Hechos que fueron cometidos por encomenderos y doctrineros como los Núñez, los Trejo, Erazo… Juan Shiles actuó, luchó; supo desenvolverse y transmutarse en las sabias palabras que guardan la sabiduría de los Andes, sabiduría que ha permanecido en la memoria milenaria transmitida día a día al calor del fogón, y contada mediante «la metáfora sagrada», como el símbolo de la sacralidad, la oralidad, la reciprocidad andina.
+En cada siglo, en cada parcialidad, en cada generación, han existido sabios y sabias que han guardado y cultivado «la palabra del espíritu mayor». Hoy en día este espíritu mayor forma parte de los principios conceptuales de los pastos, como parte de nuestra transición itinerante en estos Andes.
+En su lucha por la defensa de los derechos colectivos, Juan Shiles enseña el pensamiento andino por medio de metáforas, diciendo:
+«Hay que saber labrar a cordel».
+«Hay que saber desatar la letra quechua».
+«Hay que saber leer los libros de Carlomagno o del rey».
+«Hay que saber ser como el agua, la piedra, la espuma y el río».
+Con sus metáforas Juan Shiles quizá dio el aliento, organizó, planeó y dio la secuencia, integrando en este tiempo la percepción ancestral andina sobre la vida natural y autónoma al interior de los territorios originarios.
+La palabra del Espíritu Mayor es un referente de nuestra cultura, es el legado simbólico de nuestros ancestros. Los sabios y sabias han dicho muchas palabras que son la lectura de las leyes de la naturaleza y el cosmos. Las metáforas de Juan Shiles hacen parte de la palabra del Espíritu Mayor. La palabra es un espíritu que vive arremolinándose en cada mente, en cada instante, en cada lugar del territorio. La palabra del Espíritu Mayor acompaña aconsejando sobre los diferentes acontecimientos de la existencia.
+«Saber labrar a cordel» se considera un principio iniciático del conocimiento: saber labrar, ser diestro. Es aprender las leyes de la naturaleza, tener intención de leer la naturaleza, pulir la palabra, ensayar, ejercitar la mente, perfilar los conceptos.
+Juan Shiles tal vez quiere decir que el andino debe ser experto, huashador[12], chagrero[13], que debe saber trazar de un punto sobre otro, como el hombre y el cosmos. «Saber labrar cordel» es la vida con el ciclo del tiempo-espacio y la existencia, el ir y el venir, el entrar y el salir, el saber pulir, y poco a poco avanzar en la perfección.
+Cada vez que se hace un conversatorio sobre la palabra del Epíritu Mayor en la metáfora de «saber labrar a cordel», la comunidad, y en este caso los mayores, dicen que significa la rectitud en el hombre o mujer, que trata sobre el comportamiento de ejercer la autoridad desde la casa, desde la comunidad en el marco de las leyes naturales y cósmicas. Saber labrar a cordel es ser recto, honesto, culto —de allí que la metáfora se vincula con la acción de ejercer gobernabilidad—. Sus múltiples significados también nos permiten profundizar en otros planos, como la moral, la conciencia, la voluntad…
+«Saber labrar a cordel» ha estado en el diario vivir de las comunidades como una metáfora que enseña, que ilustra, que guía, que da consejo frente a la dificultad que el ser tiene, tanto en lo individual como en lo comunitario. En el ejercicio de la gobernabilidad «saber labrar a cordel» se memoriza para aplicar la metáfora sobre la justicia natural y cósmica.
+La metáfora es parte de los principios conceptuales del «derecho mayor», porque el cordel se estira, se expande de un lado al otro para vincular lo divino con lo profano, la materia con el espíritu, el agua con el fuego. El cordel es lo que liga lo antepasado con el presente. El cordel ata la vida con la muerte, y no la suelta. El cordel es la imaginación del vuelo mágico con lo sideral del mundo cósmico.
+Saber labrar: la intención, la fuerza, la voluntad para llegar al conocimiento. Saber labrar es el esfuerzo, es el trabajo, es la constancia, es la confianza para emprender el ascenso hacia el horizonte que ilumina el saber, lo cual es luz.
+Por medio de las metáforas, taita Juan, principal del atillo kartahuel, lugar del árbol Huel, parcialidad de Nasate, pueblo de los pastos, enseña a sus congéneres a que se defiendan y hagan uso del derecho natural que nos asiste.
+Saber labrar a cordel significa que cada día debemos trazar nuestro destino designado en nuestra unión de las fuerzas de la vida; y que labremos nuestro futuro en cada vuelta de nuestra madre tierra sobre la curva de la existencia.
+Como estrategia de lucha de Juan Shiles, su compendio memorístico es parte de nuestros lenguajes cósmicos desde el sentir andino. Los lenguajes se han constituido por los sonidos y las percepciones que se deben señalar, nombrar en el caso de cada pueblo andino, desde el entorno natural. El lenguaje o idioma es parte esencial de la identidad, de la pertenencia, de la legitimidad de una cultura.
+Cada pueblo ancestral andino estaba relacionado por distintas jurisdicciones lingüísticas. El pueblo de los pastos limitaba en sus cuatro costados con diversas expresiones lingüísticas. Por el anti o oriente, con el kofán, siona, camëntsá, inga, quillacinga. Por el occidente con el sindagua, abade, eperara siapidara y awá. Por el sur con los pueblos karanqui, otavalo, kayambi, natabuela. Debido a esta diversidad lingüística, todos los principales (kabañueleros —astrónomos—, yachac —médicos sabedores—, mindalaes —comerciantes—, shasquis —mensajeros—) tuvieron que aprender a desatar. Es decir: hablar y saber su concepción interpretativa del idioma.
+El quechua, idioma oficial del imperio inca, quizá se convirtió en el idioma multiétnico con el cual todos los idiomas fueron excluidos para el entendimiento general. De allí que Juan Shiles instruya, señale y enseñe: «saber desatar la letra quechua». Ya que en el quechua se podía expresar para los otros idiomas; es decir: sólo a través del quechua se podía entender.
+En la contabilidad inca está el quipu, como el conjunto numérico, como el código de códigos en diferente escala y frecuencia. El quipu es entonces un código fractal, matemático, físico, químico, astronómico, histórico, mítico, entre otros conceptos. Por ello Juan Shiles habla: desatar el nudo de una atadura; y el nudo es un código, es una clave desde donde se expande una información en distinta dirección, sonido y referencia. Desatar sería saber leer, saber interpretar el quipu. Desatar la clave, leer el misterio, contar lo místico y mágico que guarda en su núcleo del encanto a color.
+Desatar los enigmas a través de la palabra para saber leer el lenguaje de los animales, de los hombres, de los dioses, de los espíritus. Se lee, se desata, sólo a través de los lenguajes cósmicos, ya que la palabra del Espíritu Mayor es sagrada. Por ello Juan Shiles habla de que hay que saber desatar; y desatar es descubrir, destapar. Interpretar la palabra hecha mensaje, la que lleva hacia las dimensiones profundas del ser espiritual, y también material, para que así la palabra viaje a través del espacio-tiempo.
+Hoy en día los pastos, por naturaleza, debemos saber desatar los diferentes quipus para entender los distintos preceptos, como los mensajes en otros idiomas —español, francés, inglés, alemán, ruso, italiano—, y muchos más idiomas, los cuales son multinacionales que, como estrategia de dominación y dependencia, se imponen a los pueblos afectando la identidad, la soberanía. Por eso también es necesario que sepamos desatar esos idiomas.
+En dicha metáfora, Juan Shiles enseña-señalando-ordenando que es necesario leer los libros del otro, y quizá sea que leyendo al otro nos conozcamos más nosotros. La estrategia de saber leer es interpretada así por la comunidad: «que con lo mismo uno se puede defender». Y se trae a comentar la metáfora comunitaria, la cual vive en la memoria de la mente andina, cuando dice: «con el mismo pelo del perro se puede curar el mordido». Es así que, conociendo por medio de los libros del otro, nos podemos curar las enfermedades que nos aquejan.
+Pero ¿por qué taita Juan Shiles nos señala como una estrategia el saber leer los libros de Carlomagno, y no otros libros? Una de las versiones históricas señala que Carlomagno nació en el año 742 d. C., y que falleció en el año 814 d. C. Dicen que murió a los 72 años de edad, y que durante 47 años fue emperador y rey. Carlomagno fue una figura sobresaliente en la historia de su imperio, el cual se extendió en casi toda la Europa Central. Muchas son las leyendas que se le atribuyen, por ejemplo, sus hazañas de conquista. Cuentan que tras sus victorias pasaba sobre un suelo cubierto de cadáveres: ¿sólo por implantar su soberbio poder?
+Juan dice saber leer porque quizá leyendo se conoce qué es que piensa el otro, cómo piensa, para qué piensa, y cómo este pensamiento o argumento sirve para nosotros. Cuando Juan dice saber leer, no significa que hay que aprender sólo a leer, sino a interpretar al otro; además, no es una enseñanza sólo por saber leer, como cuando siempre han dicho que el indio no sabe leer y escribir, y por ello es considerado analfabeta, menor de edad y pobre de solemnidad. La lectura y escritura andina estuvo basada en la gráfica geométrica fractal —simbolismo que fue diseñado por los altos sacerdotes del culto solar, quienes escribieron sofisticados «códices y estelas», en donde se trasmitían de generación en generación las lecturas sagradas de las cosmologías andinas—.
+Hoy en día leemos al otro para entender lo del otro; unos para defendernos; otros para asemejarnos y hacernos dependientes mentales del otro. Juan Shiles enseña a leer al rey, pero no para vivir sometido; sólo es una estrategia para defendernos.
+Esta metáfora deja ver que fue experiencia sobre la lectura sagrada de las leyes de la bendita naturaleza. Es una metáfora inspirada quizá en la meditación en lo profundo de los páramos, nevados y montañas andinas, donde el vuelo del cóndor es viajar sobre el azul cielo del nudo de la huaca.
+Ahora, si bien las metáforas anteriores enseñan qué hay que saber, esta metáfora enseña es el SER saber como el agua, en sus tres estados: gaseoso, líquido y sólido. La trasmutación del agua en el territorio, desde la evapotranspiración de la humedad y el calor reinantes, la condensación, la retención, y el escurrir de los manantiales por afuera y a través del inframundo subterráneo. Entonces, los pastos tenemos que saber transformarnos, así como enseña taita Juan Shiles, quien en la laguna del misterio mágico logró cruzar la realidad del mundo paralelo, y salir convertido en cóndor al otro lado de la dimensión.
+En la lucha por la existencia, ¿cuántas veces el indio se ha transmutado siendo el mismo, aunque aparentando y fingiendo ser cristiano, conservador, liberal?
+La identidad del agua nunca pierde la esencia. La ley de la naturaleza enseña muchas cosas que el hombre andino debe saber, saber ser.
+El ser andino debe saber ser como la piedra: duro por genética, puro, sólido, eterno, piedra-roca; rumishaka, puente de piedra; rumiñahui, cara de piedra; también debe saber ser como la fisonomía del territorio, la piedra firme del derecho natural. Andino por naturaleza: duro, tosco y fuerte.
+Espuma: que baila en la curva de la vida dando vueltas en la corriente eterna del río mayor —o la Vía Láctea—. Espuma que bailando se desvanece para ser agua:
+Que el peligro no me arrastre
+Que la corriente sea el ritmo
+con el cual giro hacia lo izquierdo
+y hacia la derecha, en la aplicación
+del uso de las energías que reinan en el territorio
+Río que no sé dónde nace… Unos dicen que el río nace en los picos nevados del territorio… Otros dicen que el río nace en los páramos del Huamurran…[14]. Otros cuentan que los ríos afloran de las entrañas del territorio, así como el kuripollo…[15]. Otros afirman que el río nace en las nubes de los equinoccios… Otros relatan que el río nace en la emanación lumínica de taita inti —sol—, sobre las inmensas verdes y vírgenes montañas del huaico del Pacífico… cuando por la evapotranspiración se calienta la atmósfera, y el agua sube, cruza, y llega hasta formarse un río… Así que el río es una espiral, y el indio debe ser agua que cruza las montañas, los ríos y las lagunas, condensándose en el frailejón, conjugando los siete colores del cueshe, espíritu del agua. Ser como el río es ir-entrar-salir-llegar-estar constantemente circulando, andando, viajando, es decir, en continuo camino y movimiento.
+Así es como las metáforas de taita Juan Shiles son legado andino y hacen parte de nuestra palabra mayor del pueblo de los pastos. Por la sabiduría que traen consigo, la comunidad sigue la secuencia de las metáforas andinas, descritas como las palabras del Espíritu Mayor. Las metáforas han sido y son dichas y pronunciadas por centenares de sabios y sabias de las distintas parcialidades del pueblo de los pastos, para que continúen los valores naturales y culturales. Las metáforas poseen varios planos de percepción, en uno de ellos se dice: «manos que dan recogen», significando que las buenas ideas, como las semillas que se siembran, se cosechan. «Manos que dan recogen» es una expresión que forma parte del simbolismo de los valores culturales de la reciprocidad. Otra metáfora es: «cuando el río suena, piedras lleva»; así se anuncian las buenas o malas noticias que deambulan en las comunidades. Como paso para referirse a la herencia genealógica, en las comunidades se dice: «hijo de tigre siquiera el rabo sale pintado»; una metáfora dicha por los mayores de varias parcialidades en referencia a la genealogía de las descendencias. Así se expresa que, siendo hijos de muchas madres, de nuestros ancestros, llevamos la marca o el gen de nuestro patrón cultural, que siendo hijo de tigre debe ser simbólico, debe ser luchador, o sabio en la palabra. Esa sabiduría se manifiesta en acciones dentro de las comunidades; así es como el sabio demuestra sus habilidades y destrezas.
+En la originalidad dinámica de la comunicación cultural, las metáforas son parte de los referentes culturales, y parte de nuestros usos y costumbres. Las metáforas nos sirven para entendernos y relacionarnos en una dimensión autónoma, así como en la forma de vivir y convivir los humanos, los animales, los vegetales, los minerales y los espíritus. La metáfora es descrita en la palabra del Espíritu Mayor. Es dignificante reconocer a todos y a todas las virtudes que tuvieron en la vida. Existen abundantes enseñanzas de los sabios y sabias, tanto del pueblo pasto, como de otros pueblos, los cuales hoy en día siguen enseñando todo el saber que en vida pudieron ver y entender.
+En los planes de la vida, los reglamentos internos, y otros productos necesarios para la gobernabilidad, retomamos en gran medida las enseñanzas desde la palabra del Espíritu Mayor. Las metáforas nos sirven como guías pedagógicas para la planeación y el ordenamiento mental. Así es como avanzamos hacia el ordenamiento territorial desde la palabra de los espíritus mayores.
+[8] Nota del taita Efrén: «Kalanhusa: espíritu del páramo».
+[9] Ídem: «Shaviran: espíritu del páramo y del viento».
+[10] Ídem: «La moledora: espíritu guardián del bosque de niebla».
+[11] Ídem: «Shutun: espíritu de la fecundidad y la fertilidad».
+[12] Nota del taita Efrén: «Huashador: persona experta en hacer surcos».
+[13] Ídem «Shagrero: técnico en el modelo productivo».
+[14] Nota del taita Efrén: «Huamurran: Huaca del agua».
+[15] Ídem «Kuripollo: fuente de agua de un cerro llamado Colimba».
+por Miguel Rocha Vivas
+VERSIÓN RESUMIDA DE UNA cronología continental preparada por el autor para la Biblioteca Indígena del Ministerio de Cultura, y como anexo de Palabras mayores, palabras vivas, tradiciones mítico-literarias y escritores indígenas en Colombia, 2010.
+La presente cronología ha sido elaborada a partir de datos publicados física y virtualmente, en muchos casos por los propios escritores indígenas con motivo de sus participaciones en publicaciones y festivales. En términos generales, me he basado en las fechas de las primeras ediciones publicadas. Otros datos me han sido confiados por los escritores y las escritoras. Los datos están organizados por años, no por meses. La selección y relación general está conformada por notas y comentarios, a modo de bocetos cronológicos y documentales. La inmensidad del tema, la dispersión de los textos, la situación inédita de numerosos manuscritos, y en algunos casos la inaccesibilidad a la información, otorgan carácter de esbozo a esta cronología. La idea es que estos bocetos estimulen futuros trabajos. En todo caso, sólo se trata de una primera propuesta con énfasis en Colombia, teniendo en cuenta algunos hitos continentales —no todos, ni siempre los más significativos—. El objetivo de esta visión panorámica es servir de base para profundizar colectivamente en el estudio, el disfrute y la comprensión de las literaturas indígenas en Colombia. El interés es entonces compartido con los escritores y escritoras indígenas: sensibilizarnos y conocernos nos permite aportar al diálogo entre culturas.
+Segunda parte
+La irrupción y el afianzamiento de las literaturas indígenas en Colombia son relativamente recientes, pues tuvo que surgir una generación de poetas y narradores originarios en la última década del siglo XX, para que se hicieran especialmente visibles las artes ancestrales verbales, recurrente pero no exclusivamente orales. Su transvase comenzó siglos atrás, como un violento fenómeno de imposición de la cultura y las letras hegemónicas. Los procesos de recolección y fijación fonética de las tradiciones mítico-literarias indígenas no fueron constantes durante la Colonia y el primer siglo de la República, mientras que en el siglo XX los textos son prácticamente inabarcables. Obras como las de Briscol —Antonio J. López—, novelista wayuu, y Alberto Juajibioy Chindoy, recopilador, lingüista y narrador camëntsá, anticipan, preceden y de cierta forma preparan el camino a los futuros escritores indígenas, cuyas publicaciones tenderán a traducirse y producirse en sus lenguas de origen a partir de la primera década del siglo XXI.
+Los pasados y presentes procesos de las literaturas indígenas en el país están estrechamente ligados con los movimientos políticos y culturales a nivel continental. En el estado actual de las investigaciones puede sugerirse que 1992 fue el año clave del inicio de la «visibilización» —no del surgimiento— de las literaturas indígenas en Colombia. Así lo demuestran las publicaciones de Berichá, Miguelángel López —Vito Apüshana— y Vicenta María Siosi, y la latente presencia de los poemas dispersos de Fredy Chikangana —Wiñay Mallki—. Para ese entonces puede notarse un paulatino paso de lo etnoliterario a lo oraliterario. El oraliterario no es un periodo o actitud que suceda cronológicamente al etnoliterario, pues aún hoy en día algunas de sus características convergen y permanecen. Sin embargo, parte de lo que caracteriza al periodo oraliterario en Colombia es justamente que algunos escritores y escritoras de origen indígena comienzan a publicar sus obras, marcadamente literarias, con independencia de contextos y colaboraciones antropológicas. El periodo etnoliterario posee entre sus características la del abierto interés por recolectar textos mítico-rituales con fines «etnocientíficos». Incluso en el caso de que el recolector haya sido un nativo, como M. J. Roberto, u otros tantos etnoliteratos indígenas, la validación se siguió dando desde Europa y en los círculos científicos fundados por los europeos en el país.
+Así es como el llamado rescate de las tradiciones orales es, desde la perspectiva etnográfica y etnolingüística, el resultado del estudio sobre el pensamiento y las lenguas de las comunidades originarias. En el caso de otras instituciones extranjeras, como el ILV, la recolección fue la plataforma para realizar una evangelización más a fondo, y traducir la Biblia a las lenguas nativas.
+Durante el periodo etnoliterario, los indígenas son tomados con frecuencia como informantes, y aún en el caso de que ellos mismos escriban, los criterios de edición y los propósitos de difusión son manejados por personas e instituciones foráneas. Las excepciones se producen cuando los trabajos históricos, lingüísticos y antropológicos son reorientados desde y hacia las comunidades, como en las obras de colaboración de Cristina Echavarría entre los ia y Luis Guillermo Vasco entre los misak-guambianos. Otro es el interesante caso de escritores como Fernando Urbina y Hugo Niño, quienes se han inspirado en las tradiciones mítico-literarias para producir una especie de literatura indígena desde «afuera».
+La antropología ha continuado su rumbo disciplinar. Entretanto, la escritura en perspectiva etnográfica y etnolingüística ha encontrado un rumbo aparte en la escritura literaria de los autores en lenguas indígenas. Como de cierta forma ya lo anunciaba en los setenta Ramón Paz Ipuana, escritor wayuu del lado venezolano, la literatura indígena cobra cada vez más importancia por su rol en el ejercicio del diálogo intercultural; también en los proyectos de diálogo intracultural, como lo demuestran los procesos y las publicaciones en misak-guambiano de la escritora Bárbara Muelas Hurtado. Inter o intraculturales, se trata de procesos de diálogo no despojados de contradicciones. No obstante, al tiempo es importante destacar las nuevas y creativas dimensiones de la comunicación, generadas por la irrupción de las literaturas indígenas a nivel continental. Para muchos escritores originarios el ejercicio pasa por dejar de lado la pasividad del informante, asumiendo por decisión propia la escritura alfabética, y eligiendo desde adentro qué contar y qué no contar, cómo decirlo y cómo no decirlo, aunque sea en verbo ajeno, según Fredy Chikangana, o en tanto resultado de un contrabandeo de sueños como también escribía, en 1992, Miguelángel López.
+La irrupción, la construcción y el afianzamiento de las literaturas indígenas en Colombia no es un fenómeno multicultural aislado. En tal sentido, una manera de introducirse a su comprensión y disfrute consiste en esbozar una visión comparativa continental, inevitablemente incompleta debido a la gran cantidad de materiales publicados, inéditos o simplemente de baja circulación. La Constitución de 1991 que declara a Colombia como un país pluriétnico y multicultural, el polémico quinto centenario, las declaraciones internacionales sobre los derechos de los pueblos indígenas —OIT, ONU—, las expectativas por el final del siglo XX y el comienzo de un nuevo milenio, son sólo algunos de los eventos y las fuerzas que han contribuido a que nuestra época sea testigo de un ligero cambio de actitud basado en un acercamiento entre expresiones, antes que en una interculturalidad plenamente dicha y vivida. Es de mencionar que los escritores indígenas nacidos en Estados Unidos, México, Guatemala, Venezuela, Colombia, Perú y Chile, entre otros países del continente, han sido algunos de los más influyentes, de los más activos en lo que en Centro y Norteamérica ya se llama: el despertar y renacimiento de la nueva palabra.
+1998
+Yenny Muruy Andoque, escritora andoke-uitoto, gana el Premio Departamental de Poesía, departamento del Amazonas. El Premio lo concede el Ministerio de Cultura.
+Abelino Dagua Hurtado, Misael Aranda y Luis Guillermo Vasco: Guambianos: Hijos del arcoíris y del agua.
+Un clásico de colaboración intercultural, visión propia, fortalecimiento comunitario…
+Óscar Agredo López y Luz Stella Marulanda: Vida y pensamiento guambiano, Cabildo Indígena del Resguardo de Guambía.
+En este libro se publican algunos textos y pinturas del sabio Juan Bautista Ussa Ullune.
+Benjamín Jacanamijoy Tisoy: El Chumbe Inga, una forma artística de percepción del mundo.
+Informe final de la Beca de Creación que le concedió el Ministerio de Cultura a uno de los miembros de la célebre familia Jacanamijoy. Es una de las investigaciones que permite avanzar en las consideraciones sobre las formas propias de escritura. El chumbe o faja tejida en el caso de los ingas del valle de Sibundoy.
+Gabriel Alberto Ferrer y Yolanda Rodríguez Cadena: Etnoliteratura wayuu, estudios críticos y selección de textos.
+La selección de textos que complementa este estudio puede ser considerada como la primera antología en Colombia de la literatura wayuu contemporánea.
+Fredy Chikangana y Elicura Chihuailaf leen en el Festival de Poesía de Medellín. También participa Lionel Fogarty, poeta aborigen australiano.
+Fredy Chikangana es publicado en La Palabra: sueño y flor de América, Antología de literatura indígena de América, coordinada por Elicura Chihuailaf. Se convierte así en uno de los primeros escritores indígenas de Colombia en ser publicado en una antología continental.
+Vicenta María Siosi Pino: El dulce corazón de los piel cobriza.
+Con este cuento la escritora de origen wayuu gana una mención de honor en el concurso Enka: Premio Andino y Panamá de Literatura infantil.
+1999
+Hugo Jamioy Juagibioy: Mi fuego y mi humo, mi tierra y mi sol.
+Primer libro de poesía publicado por el escritor e investigador camëntsá.
+2000
+El 15 de enero Miguelángel López-Hernández, bajo el heterónimo y seudónimo Malohe, gana el Premio Casa de las Américas de Cuba con su libro de poesía: Encuentros en los senderos de Abya Yala. Es el primer premio literario latinoamericano e internacional otorgado a un poeta y escritor colombiano de origen indígena.
+Miguelángel López-Hernández —Malohe—: Encuentros en los senderos de Abya Yala.
+Encuentros, Premio Casa de las Américas de Cuba, fue publicado en 2004 por la Editorial Abya Yala de Ecuador. «En el libro da cuenta de los descubrimientos de los universos indígenas latinoamericanos que llevó a cabo durante varios años. Emergen allí el mundo mapuche —sur de Chile—, la vida de los quechua —Perú y Ecuador—, los pueblos ancestrales wayuu y kogui de Colombia, así como el ámbito de los poetas del México Antiguo».
+Tras un periodo de 38 años en Colombia, el 31 de mayo de 2000 termina el convenio con el Instituto Lingüístico de Verano —SIL International—. Con todo, sólo hasta el año 2002 «la Asociación Lingüistica de Verano —AILV— fue disuelta como entidad legal en Colombia».
+Woumain, poesía indígena y gitana contemporánea de Colombia.
+Woumain es la primera antología de poesía indígena contemporánea publicada en Colombia. La selección incluye dos escritores rom: Venecer Gómez Fuentes y Ana Dalila Gómez Baos, y siete escritores/as indígenas: Francelina Muchavisoy —Tamia Wawa—: escritora inga; Gonzalo Gómez Cabiativa: escritor de origen muisca, Fredy Chikangana —Wiñay Mallki—: escritor yanacona/yanakuna; Miguelángel López-Hernández —Vito Apü-shana—: escritor wayuu; M. Argel: escritor zenú; Abadio Green Stocel —Manipiniktikiya—: escritor kuna tule nacido del lado panameño; Luis Carlos Ariza Martínez: escritor kankuamo.
+Vicenta María Siosi Pino: «La señora iguana».
+Con este cuento la escritora de origen wayuu obtuvo el primer premio del Concurso Nacional de Cuento Infantil, Comfamiliar del Atlántico. Es, hasta donde sabemos, el primer premio nacional en cuento otorgado en Colombia a una escritora de origen indígena.
+2001
+Hugo Jamioy Juagibioy: No somos gente.
+Los textos de Hugo «han sido publicados en Canadá, Alemania, España, México, en revistas universitarias de cultura y en antologías de Escritores en Lenguas Indígenas de América».
+El Primer Encuentro de Poesía Étnica, organizado en la Universidad Nacional de Colombia con la coordinación de Mariela del Castillo, es de suma importancia para la literatura indígena nacional y continental, pues convoca a varios de los principales escritores indígenas del momento. Además es el primer encuentro internacional de poesía indígena que se realiza en el país. Entre las múltiples lecturas y actividades, que incluye una visita de los escritores a la mítica laguna de Guatavita, se lleva a cabo un recital y una publicación en la revista de la Casa de Poesía Silva.
+Natalio Hernández (Nahua, México); Briceida Cuevas Cob (Maya, México); Humberto Ak’abal (Maya, Guatemala); José Miguel Cocom Pech (Maya, México); Elicura Chihuailaf (Mapuche, Chile); José Ángel Fernández (Wayuu, Venezuela); Francelina Muchavisoy (Inga, Colombia); Hugo Jamioy (Camëntsá, Colombia); Miguelángel López-Hernández (Wayuu, Colombia); Gonzalo Gómez Cabiativa (Muisca, Colombia); Fredy Chikangana (Yanakuna, Colombia).
+En el Festival de Poesía de Medellín participan Hugo Jamioy —camëntsá—, Sixto Bolívar —ia—, Miguelángel López —wayuu—, Rodolfo Giagrecudo —uitoto—, Elicura Chihuailaf —mapuche—, Jorge Cocom —maya— e Irma Pineda —zapoteca—.
+Jorge Miguel Cocom Pech, escritor maya peninsular, publica en México: Mukult’an In Nool —Preguntas del abuelo—, un libro que ha sido traducido al francés, italiano, serbio, catalán, inglés, ruso, rumano, árabe, checo… Cocom Pech es uno de los escritores y críticos literarios indígenas que más ha conversado e intercambiado ideas con los escritores indígenas en Colombia. Mukult’an In Nool es uno de los primeros libros —si no el primero— de un escritor indígena de otro país en ser publicado por una editorial nacional: Magisterio en 2009: Secretos de un abuelo maya.
+2002
+Vicenta María Siosi Pino: El dulce corazón de los piel cobriza.
+Vicenta María publica al fin sus cuentos dispersos. Barranquilla es en su caso, como en el de otros escritores wayuu, una ciudad cuyos editores le apuestan a la literatura wayuu.
+Miguelángel López-Hernández, escritor de origen wayuu, gana la Beca Latinoamericana de Residencia Artística —MinCultura de Colombia y Conaculta de México—, «para escribir Traigo el agua del lago Tezcoco». Esta es una de las pocas becas internacionales recibidas hasta la primera década del XXI por escritores indígenas nacidos en Colombia. Uno de los primeros en ganar una beca internacional fue Alberto Juajibioy Chindoy, escritor camëntsá, quien ganó la Guggenheim, beca concedida en Estados Unidos.
+Organización Indígena de Antioquia: Para que la casa no caiga, volver a mirar el camino recorrido por los pueblos indígenas de Antioquia.
+Las fundaciones y organizaciones indígenas continúan recogiendo y publicando las narrativas tradicionales como apoyo a sus procesos de pensamiento propio.
+Fray Javier Montoya Sánchez: Antología de mitos indígenas colombianos.
+La Universidad de San Buenaventura de Cali publica esta antología de quien fue pionero en este tipo de compilación de «mitos indígenas colombianos» a comienzos de los setenta del XX.
+José Joaquín Domicó, Juan José Hoyos, Sandra Turbay: Janyamá, un aprendiz de jaibaná.
+Otra de las investigaciones y publicaciones que incluyen relatos míticos en la línea de colaboración intercultural. Janyamá, texto embera, fue publicado por la Universidad de Antioquia.
+Estercilia Simanca Pushaina: Caminemos juntos por las sombras de la Sabana.
+Con este poemario inédito Estercilia alcanzó el segundo puesto en el tercer Concurso Nacional de Poesía, CUC, convocado en Barranquilla. No obstante, la autora es más célebre por sus cuentos.
+Bárbara Muelas Hurtado, escritora misak-guambiana, publica «Øskøwampik, tierra color del oro» en el Boletín del Museo del Oro. Un hecho algo inusual, pues mamá Bárbara no suele publicar en español.
+Se crea el curso Literaturas Indígenas de América en el Departamento de Literatura de la Universidad Javeriana, sede Bogotá. Más adelante el curso será incorporado formal y permanentemente al currículo académico, y se inaugurará un nuevo curso en la maestría de Literatura: Literaturas Indígenas en Colombia.
+Rafael Segundo Mercado Epieyú: Flamenco y mar, poemas del alma.
+2003
+Rafael Segundo Mercado Epieyú: Poemas nativos.
+La editorial Antillas de Barranquilla ha publicado los dos libros de Mercado Epieyú, poeta y lingüista wayuu.
+Glicerio Tomás Pana: Vida y obra de Glicerio Tomás Pana.
+Un homenaje póstumo, que incluye «Chechón la Soñadora», cuento célebre de este escritor wayuu.
+En abril «El encierro de una pequeña doncella», cuento de la escritora wayuu Estercilia Simanca, llega a ser finalista en el Concurso Nacional de Cuento Infantil Comfamiliar del Atlántico.
+Ariel José James y Antonio Guzmán: Masa Bëhkë Yurupary, mito tukano del origen del hombre.
+Una nueva versión del mítico Yurupary. Antonio Guzmán fue uno de los principales informantes de Gerardo Reichel-Dolmatoff, investigador austro-colombiano que, junto con Paul Rivet, fue uno de los precursores de la academia antropológica en Colombia.
+Manipiniktidya —Abadio Green—, escritor kuna tule de Colombia/Panamá, y Briceida Cuevas Cob, poetisa maya de México, leen en el Festival de Poesía de Medellín.
+2004
+Bárbara Muelas Hurtado: Piurek.
+Una publicación en la lengua de los misak-guambianos sobre sus orígenes como hijos del agua. Los poemas y textos de mamá Bárbara se caracterizan por mantenerse en la propia lengua para estimular su uso entre los jóvenes.
+En abril Estercilia Simanca Pushaina, escritora wayuu, obtiene con «Manifiesta no saber firmar» la única mención de honor en el Concurso Nacional de Cuento Metropolitano organizado por la Universidad Metropolitana de Barranquilla.
+Gonzalo Gómez Cabiatiba: Tic Muisca.
+Fernando Urbina: Diijoma, el hombre-serpiente-águila.
+Recreación literaria de un mito uitoto por parte de un investigador. Es ejemplo de un tipo de «literatura indígena» no necesariamente escrita por un indígena.
+En mayo Francelina Muchavisoy, escritora inga, participa en la Feria Internacional del Libro de Caracas, Venezuela.
+Anastasia Candre, escritora okaina-uitoto, publica en la Revista de la Casa de Poesía Silva, número 17: «Cantos ceremoniales uitotos».
+En Bogotá el Instituto Distrital de Cultura y Turismo realiza Minga, primer encuentro de culturas y saberes indígenas. El encuentro otorga un espacio para las historias de creación y los relatos originarios.
+2005
+Francelina Muchavisoy publica en Bogotá su texto «En las comunidades los conocimientos están vivos» como parte de Aquí… Allá, imaginario indígena urbano. En esa publicación participan otros escritores indígenas como Efrén Tarapués, escritor pasto cumbal, Fredy Chikangana, escritor yanakuna, y Rafael Mercado, escritor wayuu. Aquí… Allá es uno de los libros que aborda y presenta los textos de los escritores indígenas en la permanente fluctuación entre la ciudad y la comunidad.
+Lorenzo Muelas Hurtado: La fuerza de la gente.
+Autobiografía del líder misak-guambiano, que incluye un relato de Bárbara Muelas Hurtado.
+Hugo Jamioy Juagibioy: Bínÿbe oboyejuayëng/Danzantes del viento.
+Uno de los libros de poesía más importantes entre los publicados por los escritores indígenas en la primera década del siglo XXI en Colombia. El libro se destaca no sólo por sus textos, también por detalles gráficos como los diseños de chumbes y las máscaras, por el cuadro de portada, por la versión bilingüe… Algunos poemas de Hugo Jamioy han sido incluidos en Ahani: Indigenous American Poetry —Ahani, poesía indígena americana—, un texto editado por Allison Hedge Coke, escritora norteamericana de origen cherokee y hurón.
+Estercilia Simanca Pushaina: «Manifiesta no saber firmar, nacido: 31 de diciembre».
+Este cuento, sugestivamente «ilustrado», es presentado en abril en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. «Manifiesta no saber firmar» es uno de los cuentos indígenas contemporáneos de mayor impacto social, al menos en La Guajira.
+En el Festival de Poesía de Medellín leen Hugo Jamioy —camëntsá—, José Gabriel Alimako —kogui—, Bienvenido Arroyo —iku/arhuaco—, Ariruma Kowii —quichua, Ecuador—, Sherwin Bitsui —navajo, Estados Unidos—, Allison Hedge Coke —cherokee, Estados Unidos—. También lee el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, quien puede ser comparado con el poeta mexicano Carlos Montemayor, pues ambos han sido escritores contemporáneos muy interesados en el estudio y la difusión de la poesía y la literatura indígena.
+Gonzalo Cabiativa: «Semilla de oro esplendente» en Aquí... Allá, imaginario indígena urbano, Bogotá.
+Anastasia Candre Yamakuri, escritora okaina-uitoto, es invitada como ponente al Foro Social Mundial, organizado en Porto Alegre (Brasil).
+Minga: II Encuentro de Culturas y Saberes Indígenas, con el reiterado espacio para las historias de creación y los relatos originarios.
+2006
+Estercilia Simanca Pushaina: «El encierro de una pequeña doncella».
+Este cuento fue nominado por Fundalectura e incluido en la Lista de Honor IBBY —Internacional Board on Books For Young People—. Constituye una de las primeras nominaciones internacionales en literatura infantil y juvenil de una escritora indígena nacida en Colombia.
+Del 23 al 26 de mayo, la maestría de Etnoliteratura de la Universidad de Nariño, Pasto, organiza el Simposio Internacional de Literaturas Indígenas y Globalización. El simposio es coordinado por el colombiano Oswaldo Granda y la mexicana Luz María Lepe. Algunos de sus participantes son Mabel Ladaga y Marcelo Valko de Argentina, Miguel Rocha Vivas, Javier Rodrizales, Aldemar Ruano, Jaime Miguel Silva y Estercilia Simanca Pushaina de Colombia. En el recital de poesía participan Juan Gregorio Regino —mazateco—, Miguelángel López-Hernández —wayuu—, Jorge Cocom Pech —maya—… Otros escritores invitados son: Gaspar Pedro González, maya de Guatemala, Javier Castellanos, zapoteco de México, y Gloria Chacón, maya chortí de Honduras.
+En el Festival de Poesía de Medellín participan Al Hunter, escritora anashinaabe de Canadá, Jaime Luis Huenún, poeta mapuche de Chile, Rosa Chávez, escritora maya de Guatemala, y los mexicanos: Jorge Miguel Cocom Pech, maya peninsular, y Macario Matus, zapoteca.
+Minga: III Encuentro de Culturas y Saberes Indígenas en Bogotá.
+Anastasia Candre, escritora okaina-uitoto, es invitada al XVII Simposio Internacional LAILA —Latin American Indigenous Languages Association—, en donde presenta bailes rituales uitoto. La sede es Colombus, Ohio (Estados Unidos).
+Miguel Rocha Vivas gana la Beca Nacional de Investigación en Literatura del Instituto Caro y Cuervo por su libro: Antes el amanecer, antología de las literaturas indígenas de los Andes y la Sierra Nevada de Santa Marta.
+Hugo Jamioy, escritor camëntsá, gana la Beca Nacional de Investigación en Literatura del Ministerio de Cultura, con su proyecto: Oralitura indígena de Colombia. Tras su experiencia promoverá la primera convocatoria de las becas de creación en oralitura del Ministerio de Cultura.
+Anastasia Candre, escritora okaina-uitoto, revisa los textos en lengua uitoto del libro Murui iemo muinani rafue: okaina iemo jaziki rafue/Saberes uitotos: narraciones de animales y plantas. Bogotá: Terra Nova.
+Nemesio Montiel Fernández Ja’yaliyuu, escritor wayuu venezolano, publica en Maracaibo la novela: Los a’laülaa y compadres wayuu.
+2007
+Elicura Chihuailaf lee en la Feria del Libro de Bogotá. Lo acompañan sus «hermanos oralitores de Colombia»: Fredy Chikangana y Hugo Jamioy.
+Recital del día de las lenguas en la Universidad Externado de Colombia, Bogotá. Participan Hugo Jamioy —camëntsá—, Isaías Román —uitoto—, Jorge Cocom —maya— y Fernando Urbina.
+Las becas nacionales de Creación en Oralitura Indígena del Ministerio de Cultura son concedidas a Aniceto Negedeka Kajutne: La ciencia de vida escrita en las aves —JoomÃ~fíivo gaaja kaatÃ~i aame—; Agustín José Rodríguez Díaz: Patajaliwaisi Pakoyeneta Tsamanimonae nakuaexana Patajatomaya Yajaba —La historia de la forma en que nuestros seres superiores crearon el mundo y nuestro pueblo—, y Anastasia Candre Yamakuri, escritora, investigadora y poetisa okaina-uitoto, por su proyecto: Yuaki Muina-Murui: Cantos del ritual de frutas de los Uitoto.
+Estercilia Simanca, narradora wayuu, es invitada en marzo al VI Encuentro Nacional de Mujeres Creadoras de Sueños y Realidades. «Las mujeres indígenas en el arte», Hermosillo, México. En septiembre, la autora de «Manifiesta no saber firmar» viaja a Montreal, Canadá, para participar en el Congreso LASA 2007. Su ponencia: «Los wayuu en la literatura».
+Tres poetas nativos estadounidenses leen en el Festival de Poesía de Medellín: Joy Harjo —muskogee—, Sherwin Bitsui —navajo— y Allison Hedge Coke —cherokee—. Por Colombia participa Lindantonella Solano, poetisa de origen wayuu.
+Juan Guillermo Sánchez y Ana María Ferreira: Sueños e historias de los jóvenes wayuu en Bogotá. Es un libro que continúa la línea de los escritores y estudiantes indígenas urbanos. La publicación es resultado de una serie de talleres de escritura creativa; en una de las sesiones participa Jorge Miguel Cocom Pech, poeta y crítico literario maya.
+Dalila Yagari, escritora embera, es anunciada en el IV Encuentro Internacional de Escritores en Lenguas Indígenas, Artes en las Voces de las Culturas Vivas, organizado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
+Luis Fernando Restrepo, Ana María Ferreira y Juan Guillermo Sánchez: Poéticas y políticas de la América Indígena.
+Los Cuadernos de Literatura del Departamento de Literatura de la Universidad Javeriana se dedican por vez primera a las literaturas indígenas de América.
+Los escritores indígenas continúan representando a Colombia y a sus comunidades a nivel internacional. Abadio Green, Hugo Jamioy, Weildler Guerra y Miguelángel López participan por Colombia en la Feria del Libro de Guadalajara, México. En Guadalajara, Miguelángel —Vito Apüshana— se encuentra con Gabriel García Márquez.
+Vito declara en una entrevista: «Dentro de la comunidad somos una especie de puentes con la sociedad mayoritaria. Somos un poquito de palabrero, un poquito de cantor, un poquito de interpretador de sueños frente a la sociedad colombiana y venezolana. Somos intérpretes y mediadores sociales».
+2008
+Juan Guillermo Sánchez, investigador y poeta bogotano, dedica su trabajo de grado a la poesía de Humberto Ak’abal. El poeta maya k’iché escribe tras leer la investigación: «ahora creo que soy tres voces en una».
+Jorge Miguel Cocom Pech lee algunos de sus poemas en la Universidad Javeriana de Bogotá.
+Alberto Juajibioy Chindoy: Lenguaje ceremonial y narraciones tradicionales de la cultura kamëntsá.
+Es la obra etnoliteraria póstuma de Alberto Juajibioy Chindoy. El género de los saludos rituales es sorprendente, conmovedor y posee el tono de un catolicismo marcadamente indígena.
+Miguelángel López participa en los Cantos Ocultos: Encuentro de Poetas y Escritores Indígenas Latinoamericanos. El encuentro es organizado en Chile por Jaime Luis Huenún. Algunos de los participantes son Dourvalino Moura Fernández, escritor desana de Brasil, y Susy Delgado, escritora guaraní del Paraguay.
+Juan Carlos Revelo, Cristian Arcos —con el apoyo del Cabildo de Mueses Potosí—: Cerros mágicos, historias vivas del pueblo de los Pastos.
+Se trata de versiones literarias a partir de relatos orales recogidos entre los pastos del extremo sur andino en Colombia.
+Miguel Rocha Vivas gana la Beca Nacional de Investigación en Literatura, concedida por el Ministerio de Cultura, con su libro: El sol babea jugo de piña, antología de las literaturas indígenas del Atlántico, el Pacífico y la Serranía del Perijá.
+Fredy Chikangana: Kentipay llattantutamanta/El colibrí de la noche desnuda.
+Kentipay llattantutamanta es el primer libro de poesía que Chikangana publica en quechua y en español. Son poemas escritos entre 1995 y 2008. El poeta participa ese mismo año en el Congreso de Escritores Indígenas de las Américas organizado por la Universidad de Davis, California. Más adelante es invitado a la Universidad de Nebraska.
+Hugo Jamioy, escritor camëntsá, representa a Colombia en la Feria del Libro de Santiago de Chile. En el marco de la Feria participa en un conversatorio con Miguel Rocha Vivas y Elicura Chihuailaf.
+Hugo Niño, investigador colombiano, gana por segunda vez un premio Casa de las Américas de Cuba con su libro: El etnotexto, las voces del asombro, categoría de ensayo.
+Miguel Ángel Ramírez Ipuana, investigador y jayeechimajachi wayuu, viaja a Temuco para presentar una ponencia sobre «el jayeechi, canto ancestral wayuu», en la Universidad de la Frontera. En Santiago de Chile intercambia ideas con poetas mapuches urbanos.
+Fredy Chikangana —Wiñay Mallki— gana en Roma, Italia, uno de los tres premios Nósside de Poesía Global. Es el primer premio mundial otorgado a un escritor indígena nacido en Colombia.
+Chikangana ha publicado sus poemas en la Revista Etnografist de Suecia, Kontakt de Dinamarca, Poetry Internacional de Holanda, Magazín del diario El Espectador de Bogotá, Magazín del diario El Tiempo de Bogotá, Casa de Poesía Silva en Bogotá…
+2009
+Semana de las Lenguas Nativas organizada por el Ministerio de Cultura en Bogotá. Se realizan tres recitales con poetas indígenas, rom y afrodescendientes. Los escritores indígenas invitados son Hugo Jamioy, Miguelángel López, Fredy Chikangana y Francelina Muchavisoy, quienes leen en la Casa de Poesía Silva, la Biblioteca Nacional y la Universidad Javeriana.
+Hugo Jamioy Juagibioy gana su segunda beca nacional. Esta vez una de las dos becas nacionales de creación en oralitura del Ministerio de Cultura con su proyecto: Hablando junto al fogón, un trabajo de grabación y recreación literaria a partir de algunas palabras e historias tradicionales camëntsá.
+Anastasia Candre, escritora okaina-uitoto, envía 5 poemas en lengua uitoto —traducidos al italiano por Emanuele Betini— para participar en la Antología de lírica indígena (Italia). También aparece el texto «Anastasia Candre Yamakuri» en Llegó el Amazonas a Bogotá, catálogo de la exposición en el Museo Nacional de Colombia.
+Miguel Ángel Ramírez Ipuana publica «El jayeechi, canto wayuu, tradición ancestral» en Interacciones Multiculturales, los estudiantes indígenas en la universidad, editado por Miguel Rocha Vivas. El ensayo forma parte del trabajo de grado del filósofo del clan ipuana: una investigación enfocada al fortalecimiento del arte verbal oral de los wayuu.
+Lindantonella Solano Mendoza: Kashi de 7 eneros desde el vientre de Süchiimma.
+Libro de poesía de una surgiente escritora de origen wayuu.
+Miguelángel López-Hernández —Malohe—: Encuentros en los senderos de Abya Yala.
+Reedición del libro ganador del premio Casa de las Américas de Cuba en el año 2000.
+Miguel Rocha Vivas gana el Premio Nacional de Literatura que concede la Fundación Gilberto Álzate Avendaño, con el ensayo Palabras mayores, palabras vivas, tradiciones mítico-literarias y escritores indígenas en Colombia.
+El premio póstumo Michael Jiménez es otorgado por LASA —Asociación de Estudios Latinoamericanos— a las herederas del taita Alberto Juajibioy Chindoy, en reconocimiento de su obra, y del libro Lenguaje ceremonial y narraciones tradicionales de la cultura kamëntsá (2008).
+Estercilia Simanca, escritora wayuu, participa en VI Encuentro Internacional de Escritores en Lenguas Indígenas, artes en las voces de las culturas vivas, organizado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
+La Ley de Lenguas es aprobada en el Congreso de Colombia.
+Es una ley intercultural en parte concebida —y consultada con las comunidades— por Jon Landaburu, lingüista de origen francés.
+2010
+Estercilia Simanca Pushaina es invitada al Hay Festival de Cartagena de Indias. Habla sobre «Ficción wayuu».
+Kury Pugyu y Sumak Rimay Yachay: dos libros colectivos claves en la prolífica obra de Aldemar Ruano, etnoeducador pasto de Colimba.
+Encuentro de Poesía Intercultural Indígena del Cono Sur Mapuche y Quechua. Dos años después se convertirá en el EILA.
+Según Aldemar, Kury Pugyu es un «trabajo que ilustra un ejercicio de rescate del color andino pasto como, el azul, colorado, café, blanco, y el negro, complementándose con la oralidad, por tal motivo le llamamos el libro dual». Mientras que Sumak Rimay Yachay es un «trabajo literario de mitos, cuentos y leyendas de la región, que permite reencontrarnos con nuestras huellas de la cosmovisión pasto».
+Otros trabajos colectivos de Aldemar Ruano son: Pacha Tullpa (1995), Notas culturales lingüísticas (1996), Kupan (1997), Kuyima (2003), Puka Allpa Manka-Vasija de barro (2004), Yachaykuna Minka (2005), Tullpa (2006) y La lengua kichwa (2007).
+Fredy Chikangana —Wiñay Mallki— escribe textos para una obra musical de tema indígena: Ibanasca, una leyenda cantada de los Dulima. La obra se estrena en Ibagué y en Bogotá.
+El área de Literatura del Ministerio de Cultura prepara la Biblioteca Indígena y la Biblioteca Afrocolombiana.
+En la Biblioteca Indígena del Ministerio de Cultura se publican los siguientes libros: Samay pisccok pponccopi mushcoypa/Espíritu de pájaro en pozos del ensueño —Fredy Chikangana—; Shiinalu’uirua shiirua ataa/En las hondonadas maternas de la piel —Vito Apüshana—; una nueva versión de Bínÿbe oboyejuayëng/Danzantes del viento —Hugo Jamioy—; Las palabras del origen, breve compendio de la mitología de los uitoto —Fernando Urbina—; Documentos para la historia del movimiento indígena contemporáneo —Enrique Sánchez Gutiérrez y Hernán Molina Echeverri—, y las antologías Antes el amanecer y El sol babea jugo de piña —Miguel Rocha Vivas—.
+El XXIV Festival de la Cultura Wayuu, realizado en Uribia, es sede de un encuentro binacional de escritores wayuu —con la presencia de escritores reconocidos, jóvenes escritoras del internado indígena, y un nuevo escritor: Ramiro Epiayú—. En el XX Festival de Poesía de Medellín están anunciados los siguientes poetas indígenas: Miguelángel López —wayuu—, Juan Gregorio Regino —mazateca de México—, Lucila Lema —quichua de Ecuador—, y Aiban Wagua —kuna tule de Panamá—.
+Fallece el crítico literario mexicano Carlos Montemayor.
+Bárbara Muelas Hurtado, escritora misak-guambiana, prepara su Gramática pedagógica para los maestros.
+Yohana Arias, escritora de origen wayuu, prepara la publicación de Entre bastones, luceros y cuentos me dormí yo. El libro «es una recopilación de cuentos y leyendas cuya principal intención es la de rescatar y afirmar los valores culturales propios de la etnia wayuu con fines pedagógicos».
+Un grupo de escritores wayuu inicia la traducción al wayuunaiki de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
+2011
+Encuentro Nacional de Escritores Indígenas en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Se lanza la primera edición de las antologías Pütchi Biyá Uai con la participación de la mayoría de los escritores antologados.
+Fallece Berichá.
+Abadio Green Stocel: Significados de vida. Tesis doctoral a partir de las narraciones míticas kuna-tule.
+Visita de escritores wayuu a la Universidad de Pittsburgh. Organiza Juan Duchesne.
+2012
+Encuentros de escritores mayas en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
+II EILA —Encuentro Intercultural de Literaturas Amerindias— en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.
+2013
+Estercilia Simanca Pushaina se presenta en las Universidades de Georgetown y Carolina del Norte —Chapel Hill— en los Estados Unidos.
+Anastasia Candre recibe el Premio Dedicación al enriquecimiento del la cultura ancestral indígena-rituales ancestrales del Ministerio de Cultura de Colombia.
+2014
+La conferencia Naisa se organiza en la Universidad de Texas, Austin, TX.
+Fallece Anastasia Candre.
+III EILA organizado en Iquitos, Amazonía peruana, con apoyo de Manuel Cornejo.
+Fredy Chikangana y Odi González realizan lecturas poéticas en quechua en la Universidad de Carolina del Norte. Organiza el Abya Yala Working Group —Emilio del Valle y Miguel Rocha—.
+2015
+Hugo Jamioy y su madre, Mamá Pastora Juajibioy, visitan el Centro Hispano de Durham y realizan conversatorios en UNC, Chapel Hill. La biblioteca de UNC adquiere 2 chumbes —fajas tejidas ideográficas— de mamá Pastora Juajibioy como parte de su colección de libros especiales del mundo.
+Daupará. Muestra de Cine y Video Indígena. Se organiza un año en Bogotá y otro año en los territorios indígenas.
+La conferencia Naisa se organiza en el Museo del Indio Americano en Washington.
+Se publica un número dedicado a estudios afro-indígenas en los Cuadernos de Literatura de la Universidad Javeriana.
+Juan Duchesne presenta la antología de literatura wayuu más completa publicada hasta el presente: Hermosos invisibles que nos protegen.
+2016
+Se inaugura el curso de cine, documental y literaturas indígenas en la Universidad Javeriana.
+Mesa académica en congreso IILI en Jena, Alemania, sobre metodologías de trabajo con literaturas indígenas.
+En Ciudad de México el II Festival de Poesía: Las Lenguas de América «Carlos Montemayor» es coordinado por los poetas zapotecas Irma Pineda y Carlos Montemayor.
+La película El abrazo de la serpiente, hablada en varias lenguas indígenas amazónicas, recibe nominación al premio Óscar como mejor película extranjera.
+IV EILA en La Paz, Bolivia, con la presidencia de Elvira Espejo.
+Mingas de la imagen. Talleres de creación audiovisual. Universidad Javeriana.
+Hugo Jamioy se presenta en la conferencia Secolas en Cartagena.
+Seminario El texto y la imagen con participación de escritores indígenas y afrodescendientes en el Museo de Arte Moderno de Medellín.
+Se crea en la Universidad Autónoma de Querétaro la Red de Investigación y Creación en Lenguas Indígenas —RIICLI—. Coordina: Luz María Lepe.
+Jorge Miguel Cocom Pech, escritor maya yucateco, recibe el Premio de Literaturas Indígenas de América —PLIA— en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
+2017
+Presentación del libro Mingas de la imagen en Casa de las Américas de Cuba.
+Mingas de la imagen. Experiencias de educación intercultural en grafiti y pintural mural. Universidad Javeriana y Casa Misak. Bogotá.
+Por las valles de arena dorada. Selección de Cuentos de Estercilia Simanca.
+Mingas de la imagen. Experiencias de educación intercultural en chumbe y escritura literaria.
+Benjamín Jacanamijoy presenta su nueva edición del libro El chumbe inga: una forma artística de percepción del mundo.
+La Red de Investigación y Creación en Lenguas Indígenas —RIICLI— organiza en Querétaro recitales y talleres con algunos de los ganadores del Premio Nezahualcóyotl.
+En el Festival de Poesía de Medellín leen los poetas Natalio Hérnandez —nahua, México—, Pedro Ortiz —camëntsá— e Inger Mari Aikio —saami—, entre otros creadores.
+Hubert Matiúwàa —Hubert Martínez Calleja—, escritor tlapaneco, recibe el Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA) en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
+2018
+V Encuentro continental Intercultural de Literaturas Amerindias —EILA— en la Universidad Javeriana, la Biblioteca Nacional y la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Participan más de 100 ponentes y medio centenar de artistas indígenas. Presiden: Miguel Rojas Sotelo y Miguel Rocha Vivas.
+Como parte de la BBCC de la Biblioteca Nacional de Colombia se prepara una nueva edición de la novela wayuu de Antonio Joaquín López: Los dolores de una raza.
+Briscol (Antonio Joaquín López), s/f, Los dolores de una raza, novela histórica de la vida real contemporánea del indio guajiro, Maracaibo: La Columna.
+Berichá, 1992, Tengo los pies en la cabeza, Bogotá: Los Cuatro Elementos.
+Candre Yamakuri, Anastasia, 2007, Yuaki muina-murui: cantos del ritual de frutas de los uitoto, informe final inédito de la Beca Nacional de Creación en Oraliteratura Indígena del Ministerio de Cultura, Bogotá: Ministerio de Cultura.
+— — —, 2009, «Anastasia Candre Yamakuri», en Llegó el Amazonas a Bogotá, Catálogo de exposición, Bogotá: Museo Nacional de Colombia.
+Chikangana, Fredy, 2000, «Wiñai Mallki», en Woumain, poesía indígena y gitana contemporánea de Colombia, Bogotá: Suport Mutu, ONIC, PROROM.
+— — —, 2008, (1995-2008), Kentipay llattantutamanta/El colibrí de la noche desnuda, Bogotá, Ediciones Catapulta.
+— — —, 2010, Samay pisccok pponccopi mushcopypa/Espíritu de pájaro en pozos de ensueño, Bogotá, Ministerio de Cultura.
+López-Hernández, Miguelángel (Vito Apüshana), 1992, «Contrabandeo sueños con alijunas cercanos», en Woummainpa, Riohacha: Secretaría de Asuntos Indígenas-Universidad de La Guajira.
+— — — (Malohe), 2004 (2000), Encuentros en los senderos de Abya Yala, La Habana-Quito, Editorial Abya Yala, Premio Casa de las Américas.
+— — — (Malohe), 2009, Encuentros en los senderos de Abya Yala, Bogotá, Editorial Travesías.
+— — — (Vito Apüshana), 2010, Shiinalu’uirua shiirua ataa/En las hondonadas maternas de la piel, Bogotá: Ministerio de Cultura.
+Jamioy Juagibioy, Hugo, 1999, Mi fuego y mi humo, mi tierra y mi sol, Bogotá: Universidad Nacional.
+— — —, 2005, Bínÿbe oboyejuaÿeng/Danzantes del viento, Universidad de Caldas, Ediciones Indígenas: Juabna de América.
+— — —, 2010, Bínÿbe oboyejuaÿeng/Danzantes del viento, Bogotá: Ministerio de Cultura (edición aumentada).
+Juajibioy Chindoy, Alberto, 1962, «Breve estudio preliminar del grupo aborigen de Sibunduy y su lengua kamsá en el sur de Colombia», en Boletín del Instituto de Antropología, Medellín: Universidad de Antioquia, vol. II, n.º 8.
+— — —, 1965, «Fray Marcelino de Castellví», en Boletín del Instituto de Antropología, Medellín: Universidad de Antioquia, vol. III, n.º 9.
+— — —, 1965, «Los ritos funerarios de los aborígenes kamsá de Sibundoy», en Boletín del Instituto de Antropología, Medellín: Universidad de Antioquia, vol. III, n.º 9.
+— — —, 1966, «Breve bosquejo del valle de Sibundoy», en Fabricato al día, Medellín: vol. VI, n.º 72 (julio-agosto).
+— — —, 1967, «Cuento de un matrimonio de los aborígenes kamsá de Sibundoy», en Boletín del Instituto de Antropología, Medellín: Universidad de Antioquia, vol. III, n.º 10.
+— — —, 1968, «Aves migratorias», en Fabricato al día, Medellín: vol. VII, n.º 80 (marzo-abril).
+— — — (con Álvaro Wheeler), 1973, Bosquejo etnolingüístico del grupo kamsá de Sibundoy, Putumayo, Colombia, Bogotá: Instituto Lingüístico de Verano-Ministerio de Gobierno.
+— — —, 1987, «Cuentos y leyendas del grupo étnico kamsá», en Relatos y leyendas orales (Kamsa-emberachami), Bogotá: Servicio Colombiano de Comunicación Social.
+— — —, 1989, Relatos ancestrales del folclor camëntsá, Pasto: Fundación Interamericana.
+— — —, 2008, Lenguaje ceremonial y narraciones tradicionales de la cultura kamënsá, Bogotá: Fondo de Cultura Económica.
+Jusayú, Miguel Ángel, 1986, Achi’kí, relatos guajiros, Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.
+— — —, 1993, Autobiografía, Maracaibo: Universidad del Zulia.
+— — —, 2004 (1984), Ni era vaca ni era caballo…, Caracas: Ediciones Ekaré.
+Muruy Andoque, Jenny (Yiche), 2002, «Versos de sal», en Por los verdes, por los bellos países, antología de poesía, Bogotá: Ministerio de Cultura.
+Rocha Vivas, Miguel, Mingas de la palabra: textualidades oralitegráficas y visiones de cabeza en las oralituras y literaturas indígenas contemporáneas, Bogotá: Universidad de los Andes y Universidad Javeriana, 2018.
+Simanca Pushaina, Estercilia, 2003, El encierro de una pequeña doncella, Barranquilla: Comfamiliar del Atlántico.
+— — —, 2005, Manifiesta no saber firmar, nacido: 31 de diciembre, Barranquilla: Editorial Antillas.
+— — —, 2006, El encierro de una pequeña doncella, Barranquilla: Lama Producciones.
+Siosi Pino, Vicenta María, 1992, «Esa horrible costumbre de alejarme de ti», en Woummainpa, n.º 1, Riohacha: Gobernación de La Guajira y Universidad de La Guajira.
+— — —, 1995, «El honroso vericueto de mi linaje», en Woummainpa, n.º 6, Riohacha: Universidad de La Guajira.
+— — —, 2002, El dulce corazón de los piel cobriza, Barranquilla: Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de La Guajira.
+— — —, 2004, Shimirra tepichi wayuu/Juegos de los niños wayuu, Riohacha: Gobernación de La Guajira.
+DOCTOR EN LENGUAS Y LITERATURAS de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, en donde ha sido profesor de cine, documental y oralitura. Es ensayista, educador intercultural, fotógrafo y autor de narrativa de viajes. En el 2009 ganó el Premio Nacional de Investigación en Literatura Ciudad de Bogotá y en el 2012, el Parlamento Indígena de América le dio un reconocimiento por su trabajo de colaboración con los pueblos indígenas. Ha creado numerosas becas para investigadores indígenas universitarios y en 2011 organizó el Primer Encuentro Nacional de Escritores Indígenas en la Feria del Libro de Bogotá. Actualmente es presidente del EILA y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Javeriana, desde donde convoca las Mingas de la Imagen como un aporte permanente al diálogo y la creación intercultural. Ha sido conferencista invitado en China, Corea del Sur, Francia, Alemania, Portugal, México, Ecuador, Perú, Chile, Canadá y los Estados Unidos. Es autor de cuatro antologías de oralituras y escrituras indígenas multilingües, dos libros de relatos, dos libros de poesía, un libro de viajes y un libro de crítica literaria así como de Interacciones Multiculturales (editor, 2008), Camino a Sí (2012) y Palabras mayores, palabras vivas (2010/2012). Su más reciente libro en proceso editorial es Textilos, ensayos literarios (2018). Con Mingas de la palabra obtuvo en 2016 el Premio Casa de las Américas de Cuba.